Pues mi experiencia de montar a caballo no me gustó nada. Primero, como el peque no convivía conmigo, ni me conocía ni nada, ya que era cuando trabajaba de animadora en hoteles de Mallorca, pues realmente a mi me parecía una auténtica explotación. Los pequeños tenían que soportar a un inutil diferente dándoles golpes en los costado con los pies. Cuando yo montaba no me atrevía ni a tocarles con los pies para que fueran más deprisa, vamos que me parecía fatal. Yo le llevaba todos los días que había paseo una manzanita para tener otro vínculo con él y lo limpieba y quitaba la montura. Otra cosa que no me gusta nada es lo del bocado ese en la boca, vamos me parece una cosa muy cruel. Si conviviese con un caballo, lo montaría, posiblemente no. Lo dejaría en su espacio para que corretease lo que quisiera y ya está, pero realmente no me gustó nada la experiencia de montar a caballo, sí me pareció explotación animal