Hombre, yo te llevo la contraria con la solución al problema, pero el problema lo planteas bastante bien.
En mi opinión hay que votar. Tú estás harto de hacerlo y de que no sirva para nada.
Yo creo que hay que perseverar, que ahí está la virtud. Tú crees que nada cambia perseverando por ese lado.
Nos llevamos la contraria.
En cuanto a la
educación política, bueno, la educación política es eso que se necesita para opinar de política con conocimiento de causa, con una base muy superior a la que sostiene ahora mismo las opiniones políticas de los españoles.
Pongo un ejemplo: estoy harto de explicar que el contenido de la libertad de expresión no es, como derecho fundamental inalienable, ni mucho menos ilimitado. Pero la gente sigue erre que erre sostiendo aquello de que en democracia cada cual debería poder decir lo que le viniera en gana. Y no, no es así: si tuvieras una adecuada "educación política" sabrías que hay opiniones que quedan fuera de tu derecho a la libertad de expresión.
Pongo otro ejemplo: estoy harto de explicar que la Constitución, al considerar lenguas oficiales a las lenguas regionales de algunas Comunidades, garantiza el derecho de los ciudadanos de esas regiones (pongamos Cataluña) a ser atendidos en esa lengua ante las administraciones públicas. Pero hay gente que sigue erre que erre, invocando la Constitución erróneamente para decir que es "anticonstitucional" que uno no pueda presentarse a unas oposiciones en Cataluña por no saber catalán. Y yo ya me canso, pero hago de tripas corazón y explico que no, que es perfectamente constitucional. Y llego incluso a imprimir el artículo en cuestión de la Constitución, a subrayarlo y a explicarlo detenidamente para que la gente tenga al menos un puntito más de "educación política" a la hora de opinar. Y después esa gente puede seguir pensando que es injusto, que eso no debería ser así, pero al menos ya no podrá volver a decir, por falta de educación política, que esa situación es "anticonstitucional".
Es decir, tú y yo podemos y debemos tener opiniones diferentes sobre un montón de temas. Lo que me saca de quicio es que la gente se reafirme en opiniones levantadas sobre conocimientos erróneos. Eso es falta de "educación política". Sin educación política no hay opinión política saludable. Y sin opinión política saludable no hay democracia.
También estoy harto de oír a licenciados en Empresariales aquello de que los negritos son pobres porque son torpes y no saben gestionar sus recursos. Eso es de una incultura política abrumadora.
La base, como dije, está en la educación. Y en buena medida esa educación debe ser educación política.
¿Quién nos debe proporcionar esa educación política? El Estado y los medios de comunicación. El problema es que ni unos ni otros están por la labor. Así que tenemos que ser los ciudadanos de a pie los que libremos esa guerra.
Y ya, que me arrebato.
¡Saaaaalud!