De acuerdo en todo, pero lo que he puesto en negrita es superimportante. Acostumbrar a los niños lo mínimo posible a sabores artificiales, extremadamente dulces o salados debería ser una prioridad en todas las casas. Pero eso significa renunciar a la mayoría de alimentos procesados y poca gente está dispuesta. Cada vez que les digo a unos padres que le den a un crío yogur natural sin azúcar en vez de pettitsuis, yogur sabor o natilla, me mirán como si les estuviera sugiriendo que le dieran piedras.