Todo el apoyo del mundo para este buen hombre.
De todas formas, no he podido evitar pensar, con cierta maldad, que esto de las huelgas de hambre empieza a estar demasiado de moda, y que a este paso vamos a acabar provocando que cualquier sinvergüenza con ínfulas de dignidad se acabe declarando en huelga de hambre para defender su mal nombre.
También corremos el riesgo de trivializar situaciones muy serias, como estaba haciendo yo mismo hace un momento. Si proliferan aquí y allá, las huelgas de hambre pueden terminar siendo vistas como pataletas de niños pequeños que de repente dicen aquello tan socorrido de "pues ahora no respiro".
¡Salud!
PD: ¡Más enlaces en català! Merci.
(Estoy escuchando a Les Amics de les Arts. Un poco moñas, ya lo sé, pero así aprendo poco a poco...).