Vuélvela a leer, porque sí tiene relación con la justificación que dabas para considerar que a tu hijo no debes darle una alimentación vegetariana. Erinna quería mostrarte mediante un ejemplo sencillo y práctico la incongruencia en la que cae toda la justificación sobre la que sostienes tu decisión de no alimentar de forma vegetariana a tus hijos. Ésta se basa en la premisa de que los niños deben decidir por sí mismos, y que no respetar eso es imponerles nuestras propias creencias. La incongruencia es que obvia el hecho de que los niños son aún mentalmente y físicamente incapaces de valerse por sí mismos y mucho menos gozan del conocimiento necesario sobre el mundo como para poder decidir de forma totalmente racional y adecuada sobre los asuntos que los conciernen (tales como la alimentación adecuada), y por tanto dependen mental y físicamente de nuestro cuidado, y en consecuencia de nuestras propias creencias, lo cual volvería totalmente absurda tu justificación para no darles una alimentación vegetariana a tus hijos, cuando, de facto, le estás imponiendo inevitablemente desde su mismo nacimiento tu propio sistema de creencias. Como es normal, puesto que no hacerlo, podría llevar a cosas tan absurdas como la que muestra Erinna, que por dejar decidir al niño, éste comería todos los dias sopa, o chocolate, o gominolas... o el día de mañana le podría dar por pegar a los niños de su clase, no hacer los deberes, mearse en los geranios de su abuela...