Hoy mi madre me ha llamado desde la otra punta de casa con un tono de voz de que había llegado a casa algo que me gustaría, cuando a medio camino la oigo decir "bueno... aunque no lo vas a comer" como dándose cuenta.
Resulta que mi padre había comprado nécoras y reconozco que yo antes las devoraba.
Le digo a mi madre que no, obviamente para mi no son. Y mi madre me dice por lo bajini cuando se va "bueno, que un día... que tampoco es un juramento ni nada así".
Y le contesto yo: "no, es una cuestión ética, que tiene más peso".
Como aun así me he quedado con palabras en la boca voy donde ella y le digo:
"Además sabes qué? antes de plantearme siquiera ser vegetariana tenía decidido dejar de comer paté y marisco."
Ella me pregunta por qué y le explico que me parecía especialmente cruel la forma de obtener esos "alimentos" (que encima son capricho), el paté embuchando pobres aves hasta que les revienta el hígado y el marisco y moluscos cociéndolos vivos
Pongo la guinda diciendo que son decisiones que hay que tomar, un pequeño sacrificio, que total ya los comí muchos años y así son las cosas.
Mi madre ha salido de la cocina cabizbaja diciendo "si... tienes razón".
La verdad es que mi madre tendría alma de vegetariana, pero no se por qué no lo es.