cuando yo tenía 7 años de edad,
Woody Allen me tomó de la mano y me llevó a un oscuro ático parecido a un clóset que había en el segundo piso de nuestra casa. Me dijo que me acostara boca abajo y jugara con el tren eléctrico de mi hermano. Entonces el me atacó sexualmente. Me hablaba mientras lo hacía, diciéndome en susurros que era una buena niña, que éste era nuestro secreto, prometiéndome que iríamos a París y que sería una estrella de sus películas." Las acusaciones del ataque sexual que Dylan Farrow describe se hicieron públicas en 1993, un año después de que ocurrieron, y estuvieron en el centro de la disputa legal entre Mia Farrow y Woody Allen por la custodia de sus tres hijos (dos adoptivos). La ruptura de la pareja había ocurrido tras enterarse Farrow que Allen mantenía relaciones sexuales con Soon-Yi, una hija adoptiva de su anterior pareja con quien finalmente terminó casado y adoptando otros dos niños.
Woody Allen siempre negó haber abusado sexualmente de Dylan -y de hecho jamás fue condenado por ello-. Sin embargo, en su carta ella deja en claro que el episodio que relata en el comienzo de la misma era parte de una conducta general de Allen.
"Hasta donde recuerdo, mi padre siempre me hizo cosas que no me gustaban -escribió-. No me gustaba lo frecuente que me apartaba de mi mamá, de mis hermanos y amigos para estar a solas con él. No me gustaba cuando metía su pulgar en mi boca. No me gustaba cuando tenía que ir a la cama con él y meterme debajo de las sábanas cuando él estaba en calzoncillos. No me gustaba cuando colocaba su cabeza sobre mis piernas desnudas y aspiraba y exhalaba. Yo me escondía debajo de la cama o me encerraba en el baño para evitar esos encuentros, pero él siempre me encontraba."