Ya...es que el tabaco es un vicio que requiere de fuerza de voluntad para cogerlo y dejarlo por lo que se ve! jajajaja.
A mi me daba mucho asco y me daban unos mareos de ponerme pálido con sudores fríos. Y el humo a veces se me metía en el ojo y me escocía mogollón. Encima luego las manos me olían a culo y me dejaba la boca como una zapatilla.
En fin, la verdad que como fumador (de tabaco) fui un fraude...y que conste que lo intenté con ahínco, pero al final me pudo la presión y me quede en el grupo de los que no-molaban.