Sí, claro, si empezamos a aceptar premisas absurdas, a lo mejor resulta que hasta podemos ser veganos y taurinos, siempre que vayas en bicicleta hasta la plaza , y no se te ocurra adoptar a un perro que tenga que venir en avión desde Alemania...
La verdad es que lo de centrarse un poco, así en general, sí que no iría nada mal.