Iniciado por
Spinoza88
No equiparamos Derechos de los Animales a Derechos Humanos, distinguimos una serie de derechos propios de los humanos, y otros derechos propios de los animales, o de los seres con capacidad de sentir y padecer emocionalmente, de los que también participa el ser humano. La única semejanza está en usar el mismo concepto, para expresar esos principios inalienables que están por encima de las libertades individuales y los intereses relativos a los sujetos y las sociedades, y que tienen su fundamento en lo que nos hace iguales, lo que nos caracteriza como comunidad y garantiza por tanto un punto de vista objetivo y común, y se convierte en la máxima expresión de la moralidad que podemos alcanzar los seres humanos.
Estos principios no se deducen de ningún principio metafísico, sino de la naturaleza de nuestra conducta y de nuestras capacidades. La moral surge del reconocimiento de la alteridad, y de ese reconocimiento la necesidad de un acuerdo, de compromisos y reglas de convivencia, de poner en común intereses y derechos. En ese mismo reconocimiento entran el resto de animales, que entre otras cosas gracias a la ciencia, sabemos que comparten en última instancia con nosotros la capacidad de sufrir y disfrutar, y por tanto les hace relevantes para la consideración moral, y merecedores de unos derechos especiales.
Los derechos vienen a ser al final un acuerdo, pero no un acuerdo cualquiera, sino un acuerdo sobre principios normativos que deben descansar siempre sobre la igualdad, la responsabilidad y el reconocimiento de los intereses del otro, exigencias que se derivan de lo dicho antes, al ser rasgos que garantizan el punto de vista común en el que se conjugan todos los intereses y derechos de cada uno de los individuos. Sobre estas bases es medianamente fácil deducir que unos hipotéticos Derechos de los Animales, deben contemplar cosas tales como:
-Derecho a ser cada uno de los individuos dueños legítimos de su propia vida.
-Derecho a disfrutar ésta en la plena libertad que posibilite el ejercicio de todas y cada una de las necesidades biológicas básicas (como podría ser comer, reproducirse, vivir con los semejantes, etc.)
Obviamente, puede haber otras formulaciones, siempre y cuando se sitúen en un punto de vista común que conjugue intereses propios con derechos de todos, que es la exigencia de la moral y de la vida en comunidad.
Plasmar estos derechos en un órgano legislativo, judicial y ejecutivo, pues es cosa difícil, claro que sí, pero no más que muchos otros asuntos que ya se contemplan hoy en día. El fin bien lo vale. Y medios hay para llevarlo a cabo, lo más difícil es tener la voluntad.
Como ves, no se trata de un problema metafísico, ni de ser unos campeones (?) de la moral ni nada por el estilo, sino de ser coherentes y aplicar la razón y el sentido común (nunca mejor dicho), acompañado de una buena dosis de empatía y voluntad. El mayor escollo, en eso coincido contigo, es el aspecto práctico, en la plasmación de estos principios en la vida real, pero creo que es un obstáculo que podemos superar con el tiempo, la experiencia y la educación.
Somos capaces de eso y mucho más.