Entonces tuvimos los libros distintos pero no importa.
Antes de hacer la prank shalana por la primera vez estaba preparándome psíquicamente quizás por un mes.
En cuanto al veg*nismo, no recuerdo si en ése tiempo era ya vegetariana, creo que todavía no, pero no estoy segura.
Es que no podía imaginar bien como podía lograr a defecar que en general no lo sé provocar con la voluntad (hacer pipí sin embargo sí, siempre voy "por la reserva"
antes de salir de casa, mi mamá me lo enseñó muy bien cuando era todavía pequeñita.
)
Tampoco podía imaginar circular tanta cantidad de agua por mi cuerpo aunque haya sabido que no iba a quedarse dentro de mí.
En total, durante ese mes lo volvía a leer unas decenas de veces si de verdad se ponía así en el libro.
Cuando "llegó mi tiempo" y me sentí para hacer la práctica, la iba a hacer pensando que no podía pasarme nada, pues el agua es salada igual que cualquier sopa y si no lograría a defecar, entonces va a salir de mí en forma del pis y está.
Hasta que empezó salir de mí, tardaba bastante tiempo, pero yo seguía y desde que fui al baño por la primera vez, seguía ya automáticamente. Lo que me gustó mucho es que podía ver por mis propios ojos la eficaz de la técnica. Entonces volví a repetirla varias veces, una vez en dos meses más o menos. Cuando ya pensaba que tal frecuencia no era necesaria, seguía haciéndola siempre sólo en la primavera y el otoño.
Después no la hacía por varios años pues no usaba la sal ni para mis comidas y después volví a hacerla creo que el año pasado y de nuevo salieron varias cositas.
En cuanto al agua salada su gusto no debería ser repugnante para alquien que suele usar sal en sus comidas. Sin embargo, cuanta más cantidad de agua, tanto peor gusto.
A mí me suelen bastar 2 litros y hasta con ellos me alegro siempre cuando estoy por terminarlos.
Y después de hacerla siempre me sentía muy bien y contenta.