Precisamente para eso están las recetas! Para ahorrarnos los experimentos y los errores, y acceder directamente a la sabiduría culinaria destilada!
No sólo eso, sino que muchas veces no voy a tener tiempo para el segundo intento y voy a tener que comer cualquier otra cosa. Y los experimentos fallidos me los voy a tener que comer igual. Que en casa me implantaron el chip de "cómetelo todo por los negritos que pasan hambre" y no me lo puedo quitar de encima! Me como cosas caducadas y algún día explusaré el corazón en una diarrea!
También, otras expresiones dignas de la mejor literatura científica. Las más sorprendentes eran las de mi abuela, que contaba el tiempo en padrenuestros. Por ejemplo, expresiones como "rezas cinco padrenuestros y echas los guisantes". Pero como rezaba mentalmente, nunca supe la equivalencia entre padrenuestros y segundos. Eso sí, al final la comida estaba tan santificada que sabía a gloria bendita. Para que luego digan que la religión no sirve de nada!
Bueno, y después de estas patinadas mentales, os comunico que hoy he perpetrado el ya mencionado anteriormente
seitán al teriyaki de Zaraida (siguiendo la receta en todo menos en el alga kombu) y tanto en textura como en sabor es indescriptible. Un poco más y me como la bola entera cruda. Probarlo, en serio!
Hasta luego,