El pasado Agosto fui a dar de comer y de beber (sobretodo de beber, ya que el calor de aquellos días de final de mes fueron sofocantes) a la colonia de gatos de los barracones del campus Montilivi de la UdG, con el permiso de la protectora encargada de esa tarea (
http://www.fundaciofauna.org/). Muchos de vosotros seguramente los habéis visto e incluso les habéis dado de comer en alguna ocasión. Pues bien, el segundo día que fui a verlos encontré el recipiente de plástico para el agua totalmente destrozado. Pensé que posiblemente (aunque improbable, ya que aquello parecía estar hecho con toda la mala intención del mundo) lo habrían roto los gatos jugando. Regresé con uno nuevo, pero de plástico más duro para evitar que los gatos lo rompieran, pero no fue así, volví a encontrar el recipiente totalmente hecho trizas, como si alguien se hubiera dedicado a subirse encima de él y saltar hasta romperlo. Después de ver aquello, pensé que realmente había alguien que no quería que los gatos bebieran agua en pleno mes de Agosto o, dicho de otra forma, había (y hay) alguien sin corazón que disfrutaba dejando morir de sed a unos pobres animales que no hacen daño a nada ni a nadie (¡todo lo contrario! Sin estos gatos tendríamos una plaga de ratas en el campus teniendo como tenemos el bosque al lado).
Un día coincidí con un chico que desde hace 7 años va cada día a traer comida y agua a los gatos, le conté lo que nos había pasado (a mi madre y a mí) y nos dijo que desde siempre pasaban esas cosas (doy las gracias al chico por la tarea que lleva realizando durante todos estos años y por proporcionarnos las fotograías que demuestran hasta qué punto quienquiera que esté detrás de todo esto es un desalmado).
¿Por qué quiero compartir esto con todos vosotros? Pues porque la oficina SOTIM ( Servei d’Oficina Tècnica i de Manteniment) de la UdG lleva año y medio recibiendo quejas conforme los responsables de todo esto son los vigilantes que ellos mismos les están pagando el sueldo (a través de la empresa de seguridad VSS) y no quieren saber nada del tema, ya que sólo se trata de una persona sola y no vinculada a la universidad que se queja. Por este motivo necesitamos redactar una queja formal firmada por estudiantes y gente próxima para difundir los hechos y que se actue al respeto. No quiero ni pensar que parte de las matrículas que hemos pagado (y pagamos) hayan ido a parar a manos de personas capaces de maltratar animales.
Pido, por favor, si alguien quiere ponerse en contacto con nosotros y colaborar firmando esta petición. Es lo mínimo que podemos hacer por estos animales, ya que parece que al resto del mundo no les importa mucho lo que sea de ellos.
Muchas gracias,
Ester Manrique Salas (Estudiante de Máster)
PD: no sólo es el hecho de que rompan los recipientes, sinó que su “locura” llega hasta al punto que se han meado en uno de ellos (y tenemos fotografías que lo demuestran, aunque no las colgamos aquí porque yo, personalmente, lo encuentro muy desagradable) e incluso, aunque no podamos afirmarlo al 100%, podrían estar destrás de la muerte de uno de estos gatitos.
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