Citar¿Y la universidad qué? ¡Ves a clase, maldito seas! Mira que me cruzo el charco y te llevo a rastras.
He descubierto una librería de viejos, que queda muy cerca.
Y me he llevado El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio. Recordando que Chaia lo había mencionado en este hilo.
Eso sí: me sigo quedando con los puestos de libros usados al aire libre.
¡A 175 Bs., me lo han vendido! Ay, por todos los cielos...
También que ya me harté de tanta narrativa. Y haré la prueba con el ensayo y la poesía.
Así que hoy mismo, sin saber exactamente por qué no he empezado, me esperan Las venas abiertas de América Latina y El laberinto de la soledad.
¡Ah, y también Walt Whitman y Baudelaire!
¿Y la universidad qué? ¡Ves a clase, maldito seas! Mira que me cruzo el charco y te llevo a rastras.
Co-fundador de Save the Rabbits, asociación protectora de conejos y pequeños roedores. Mi twitter: @vgsgusa y el de la asociación @savetherabbits.
Conoce nuestro trabajo y a nuestros peques aquí: http://savetherabbits.org/ // https://www.facebook.com/savetherabbitsorg/info // http://www.forovegetariano.org/foro/...e-Rabbits-quot
¡En Save The Rabbits creemos que un mundo mejor es posible!
No me pondré a narrar mis anécdotas pedantescas de estudiante por aquí.
A menos que me lo pidan.
¡Cuenta tus anécdotas pedantescas!Iniciado por Pride
No me pondré a narrar mis anécdotas pedantescas de estudiante por aquí.
A menos que me lo pidan.
Te lo decía porque en otro hilo he leído que llevas dos semanas sin ir a clase. Te arrepentirás, te lo prometo... yo hice lo mismo en mi primer año y arrastré muchas cosas negativas a partir de ahí.
Co-fundador de Save the Rabbits, asociación protectora de conejos y pequeños roedores. Mi twitter: @vgsgusa y el de la asociación @savetherabbits.
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¡En Save The Rabbits creemos que un mundo mejor es posible!
Ya estoy arrepentido de haberlo hecho.
La razón por la que no voy tiene más que ver con mi actual condición clínica que con el hecho de que me crea demasiado buen estudiante como para faltar, no soy tan imprudente, poldeós.Te lo resumo: me angustia, hasta el punto de temblar y llorar, la idea de tener que ir a la universidad a hablar y estar en contacto con otros.
Sobre las anécdotas de pedante.
Aprobé el primer semestre con un promedio no enorme pero sí alto sin hacer prácticamente ningún esfuerzo, en eso se resume.
Última edición por Pride; 11-ene-2015 a las 02:49
Bueno, no te voy a decir nada más sobre tus conocimientos y capacidades intelectuales que tampoco es plan de que tu ego alcance el tamaño del hemisferio norte y ya lo he repetido, igual que otros aquí.
Sí que te quiero contar lo que me pasó a mí en la universidad en el tema de las relaciones sociales. El primer semetre hice unas cuantas amistades, pocas, pero suficientes como para sentirme cómodo en las clases. Bueno, en realidad no eran amistades, eran personas con las que había superado esa primera barrera que separa a los desconocidos de los conocidos con los que no necesito ninguna excusa para saludar y charlar. Pero como digo, había conseguido socializar en la universidad, que era lo que más temor me producía.
Algunas de esas amistades tenían otras con las que habían empezado a formar círculos, o pandillas, o peñas, así que en el horizonte vislumbraba la posibilidad de entrar en un círculo como miembro reconocido y así digamos no tener que preocuparme más en el futuro por el tema. No tendría que esforzarme en mantener vivos los vínculos individuales con otras personas. Podría limitarme a estar ahí como un miembro secundario, que ríe chistes y de vez en cuando opina sobre algo.
Es más; asistí a algunas fiestas e intimé con una chica muy guapa, tremendamente sexual, por qué no decirlo, y a la que parecía caerle bastante bien.
Pues bien, soy tan sumamente imbécil, que en este punto de mi vida social en la universidad, no se me ocurrió otra cosa que empezar a vaguear. Siempre he sido mal estudiante, y además nunca he podido tomarme nada completamente en serio porque la vida me parece una mierda. Así que me pasó lo de siempre, mi fuerza de voluntad fue menguando, y de forma inversamente proporcional, fueron creciendo las horas que pasaba en casa viendo películas, fumando porros con mis amigos del instituto o simplemente durmiendo.
Total, que terminé por ir a la universidad un día a la semana o cada dos. Y cuando iba, como tenía una hora y media libre entre la primera clase y la segunda, fumaba también y no iba a las clases siguientes. Un despropósito.
A la postre, pasó mi primer año, no me presenté a la mitad de exámenes y en cuanto a los de la otra mitad los aprobé con un 5 o 6 como máximo (ojalá fuera tan listo como tú para sacar notazas sin estudiar!), pero lo peor fue que todos esos vínculos que había creado desaparecieron porque no les dediqué nada de tiempo.
En mi segundo año de universidad me di cuenta de que estaba más solo que la una, y que era muy difícil que retomara mis antiguas relaciones porque la mitad de las clases que tenía que hacer eran del año anterior, y por tanto la gente era nueva.
El final de la historia es que nunca pude subsanar ese error, terminé la carrera dos años más tarde que mi promoción, yendo a clase más bien poco, con un expediente verdaderamente mediocre salvo alguna MH, y sin amigos.
No es que me causara ningún trauma, dado que mis intereses siempre han sido otros, y aunque apenas hablaba con nadie nunca me importó sentarme solo en la mayoría de clases. Pero soy consciente de que si hubiera mantenido el ritmo de ir a clase, y no hubiera perdido esas amistades, quién sabe qué cosas interesantes y positivas podría haber vivido. Y seguro que mi expediente hubiera sido mejor. Y a lo mejor ese trabajo de becario en la universidad podría haber sido mío, pero como me dijeron los dos profesores en la entrevista, mi cantidad de "no presentado" en el expediente era tan grande que no podían confiar en mí como alguien que cumple sus responsabilidades.
Dicho esto, hasta dónde yo sé nunca llegué a desarrollar una patología clínica, como parece que es tu caso, así que no sé si esto te puede servir de algo. Pero es que me recuerda tanto tu inicio universitario al mío (en lo social, no en lo académico, lamentablemente xD) creo que tenía que contártelo porque me sabría mal que te pasara lo mismo.
En fin, Pride, un abrazo. Cómo me río con tus anécdotas, en el buen sentido. Las explicas de forma muy divertida.
Por cierto, la relación con los profesores, si puedes, cuídala. No te cortes en ir a hablar con ellos a sus despachos, seguro que puedes hacer más de un amigo ahí también, pese a la edad. Y seguro que algún padrino también.
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¡En Save The Rabbits creemos que un mundo mejor es posible!
Spinoza, mi mensaje a acabado por repugnarme por una razón muy particular, así que te ruego elimines la cita.
Ahora procedo a leerte. Porque a mí también me divierte leerte.
A mí también me parece una mierda la vida y me pasa justo lo contrario, que me la tomo con más seriedad de la necesaria.
Bueno, yo aún así te acurrucaré y mimaré entre mis brazos porque desde mi personalización de tu experiencia me parece, tal vez, un poco dolorosa.
Muchas gracias.
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Sea cúal sea la pregunta, el amor es la respuesta.
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Yo me acabo de encontrar una carta de crédito, de 1991, en un libro de demografía que compré hace poco. No sé por qué me ha dejado con inquietudes sobre el anterior propietario del libro, je, je.
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