yo tuve una historia parecida con Herman Hesse, también a esa edad, pero con El lobo estepario, aún hoy cuando lo releo siento que me envuelve de nuevo esa atmósfera rara y como de misterio "...teatro mágico ...sólo para locos" jaja.
en casa de mis padres también había un enciclopedia para los deberes, y tampoco había apenas libros, mi madre empezó a leer mucho con todos los hijos mayores, ya pasados los cincuenta, mi padre no ha hecho tal cosa desde que acabó el colegio.
Siempre he pensado que debe ser raro tener todos esos libros al alcance de las manos, en tu ámbito familiar. Para mí, en esa época, la lectura fue como ponerme un traje de buzo y lanzarme al mar, pero también fue un modo de ser subversiva y experimentar (con la estupidez y el romanticismo propios de esa edad), durante la adolescencia tener que ir a buscar los libros de Burroughs y Ray Bradbury a una biblioteca o a una librería era mucho más apasionante que sacarlos de la estantería de papá.
Edito para añadir que, desde luego, ahora que soy (un poco) menos romántica y (supongo) menos estúpida creo que disponer de esa estantería debe ser algo muy guay.