La crisis influye, sin duda, pero entonces ¿hay datos de gente que abandona su segundo coche? ¿Por qué las casas de turismo rural siguen al completo en los puentes? ¿por qué hay colas en las estaciones de esquí todos los fines de semana? Hay algo más, creo que se está perdiendo sensibilidad y cada vez más la "mascota" es un objeto de consumo, un regalo original, una adquisición por impulso... y cuando se acaba lo bonito, lo divertido, se hace mayor, etc. pues lo más sencillo es tirarlo a la calle, como cualquier objeto inservible.