De acuerdo, entonces las plantas no son conscientes porque no tienen sistema nervioso central como algunos animales y humanos. Y tampoco sienten, simplemente reaccionan a estímulos. Resumiendo, que efectivamente ¿son como máquinas programadas por la naturaleza? la única diferencia es que ellas mismas se reproducen, tienen olores y colores distintos, y necesitan de ajentes externos para sobrevivir. Bueno, ¡qué cosa más triste!
Ayer estaba pensando en una fragmento muy poético (disculpen que corte el discurso científico por un momento para ponerle algo de calor al asunto, me he quedado muy fría) de una película bastante loca, no sé si la habrán visto, que se llama Adaptación (El ladrón de las Orquídeas), sólo como algo curioso relacionado al tema:
“Cada orquídea se parece a un determinado insecto, así que el insecto se siente atraído por esa flor, su doble, su alma gemela, y no hay un anhelo mayor para él que hacerle el amor. Cuando el insecto se aleja, divisa otra flor alma gemela y le hace el amor, polinizándola, y ni la flor ni el insecto entenderán jamás el significado de este acto de amor, pero ¿cómo van a saber ellos que gracias a su danza el mundo sigue girando? y así es, por el simple hecho de hacer lo que están llamados a hacer ocurre algo grande y magnífico, en ese sentido nos enseñan a vivir, nos enseñan que el único barómetro que tenemos es el corazón, y cuando descubres tu flor no puedes dejar que nada te aparte de ella.”
(: