Hum, a ver.
Yo entiendo perfectamente que el "Diccionario de la Real Academia Española" o un diccionario de términos jurídicos, o filosóficos, o médicos, o una bibliografía, no estén al alcance del público. Son libros muy voluminosos, de precios muy altos. Evidentemente si un libro de ese tipo se estropea, o se hurta, es más difícil sustituirlo. También ocurre esto con manuscritos de hace dos o tres siglos, los cuales ni siquiera se pueden consultar o investigar como un diccionario. Se requieren conocimientos o técnicas para emplearlos. Yo no voy a discutir por ellos. Tampoco voy a discutir por una traducción especial de, por ejemplo, un texto sagrado (u otro tipo de texto literario) que también sea costosa y difícil de encontrar. Yo discuto por libros como "Introducción a las técnicas de investigación en las ciencias sociales", o "Investigación de mercado" o "Álgebra lineal" o "Introducción a la Teoría general de sistemas". Es más, hay libros como "Así habló Zaratustra" o "Ser y tiempo" o "El capital" que no tienen la cota empleada para la literatura en el sistema de clasificación decimal de Dewey, ¿qué pasa con esos libros? Me parece más razonable que esta limitación se imponga de acuerdo al costo y dimensiones del libro y no porque no sea literatura.
Aunque tengo la sensación de que otra vez estamos hablando de cosas diferentes.
Y perdón por la exaltación, pero también tengo que estudiar en casa y no tengo dinero ni para lectores electrónicos ni para adquirir manuales, libros de texto o libros de consulta. Así que me moleste que me dificulten el paso.