Menudo cabrón, que estaba borracho dice:
El condenado no niega su paternidad y lo explica así: "Pudo ser un día que estábamos en las fiestas de La Manzaneda. La invité a una o dos copas y yo me tomaría unas doce. Cuando desperté era de día y estábamos los dos en el coche. Ella estaba medio vestida, pero en ningún momento me dijo que hubiese pasado nada". Y añade: "Las pruebas de ADN están ahí y no puedo afirmar que yo no sea el padre de mi nieto. No es agradable, pero como no fue una cosa forzada uno no se siente tan mal como si hubiese matado a alguien".