Lo malo de todo esto, es que es difícil encontrar ropa "de uso diario" ética (vegana).
Las camisetas reivindicativas están muy bien para hacer campañas o para hacer compras solidarias con asociaciones y movimientos, pero para ir diariamente a trabajar no sirven. Al menos, a una parte de nosotros.
Y esa es la parte que sigue fallando. Que salvo biocottoniers, por ejemplo, y tampoco es que tengan grandes variedades, no conozco más tiendas de compra directa