Buah, no te conté nada nekete, no te quejes
De todas formas yo no entré a este hilo hasta que no acabé el libro, por si acaso... Lo interesante está en cómo cuenta las cosas y en el final
Buah, no te conté nada nekete, no te quejes
De todas formas yo no entré a este hilo hasta que no acabé el libro, por si acaso... Lo interesante está en cómo cuenta las cosas y en el final
No tengo todo calculado ni mi vida resuelta,
sólo tengo una sonrisa y espero una de vuelta...
Ais, la vi hace varias semanas y me encantó. Aunque no pude evitar sentir que el padre se sentía dueño de la verdad, o algo, tan rotundas que eran sus afirmaciones (tenía que decirlo).
Y la fotografía de la peli preciosa, merece la pena pagar la entrada de cine sólo por eso.
No sé, quizá no es la típica película que llena las salas pero a mí me pareció una historia bonita.
jeje, estoy en la biblioteca. Acabo de recoger el libro.
No me gusta la portada, que es la caratula de la pelicula. Se ve que es una edicion a partir de ella. Voy a ver si encuentro por ahi la portada original.
encontrada...s
Yo tengo este...
Yo la estoy viendo ahora, y dirán lo que quieran, pero los animales parecen de lo más real
Copio el inicio del artículo:
""La toma fue realmente mal y se perdió tratando de nadar a la orilla. No se ahogó de milagro –le escribió Gina Johnson a un colega–. No hace falta que te diga que NO se lo cuentes a nadie, ¡mucho menos en la oficina!".
El que por poco se ahoga era un tigre llamado Richard Parker, el coprotagonista no digital de La vida de Pi, y la oficina de Gina Johnson es la American Humane Asociation (AHA), una organización no gubernamental cuyo trabajo es monitorizar el trato que reciben los animales en las producciones cinematográficas y otorgar (o denegar) la etiqueta "Ningún animal resultó herido en el rodaje de esta película".
Según la investigación de The Hollywood Reporter, Gina Johnson tenía al menos una razón para ocultar el "incidente": su romance secreto con un productor ejecutivo de la película, que se estaba rodando en Taiwán. Pero, aunque no fuera así, a Richar Parker le hubiera dado lo mismo porque la AHA se enteró del extravío casi suicida del tigre de verdad y la película recibió la etiqueta de igual modo.
Contra lo que se pueda pensar, esta no es la excepción: es la norma. Y la increíble explicación de la AHA es que sólo cuentan los animales que han sido heridos "intencionadamente" o mientras la cámara estaba rodando. Los que mueren por negligencia, falta de cuidados o de medidas protectoras no son responsabilidad de la productora ni de la asociación. El 99,98% de las películas que se ruedan obtienen su sello de garantía."
Continúa en: http://www.eldiario.es/cultura/cine/...202980370.html