Resulta que he plantado hace poco unas buenas filas de ajos, puerros y cebollas en nuestra huerta.
A mi el ajo me gusta bastante y en general lo he comido como condimento potente y como defensivo (como se sabe: antibiótico, estimulante del sistema inmunitario, antiparasitario).
Igualmente dos amiges por separado ya me habian comentado este tema.
El primer amigo me comentaba que te volvia muy terráqueo, casi anclado en el primer chakra y bastante pendiente del tema sexual básico. Preferia no comerlo para volar más, en la meditación y tocando música.
La segunda amiga contaba lo que el compañero Manzano expone. Siempre tenia que tenerlo en cuenta, yo solia hacer de comer, para no echar ajo ni cebolla en la comida. Ella estaba igual de nerviosa o intestable que los demás o más algunas veces.
Hablaba tambien de la cura tibetana del ajo, aqui atención, porque la cura se realiza una vez al año. De esta manera te desinfectas a tope, pero los que lo comemos cada semana es evidente que nuestro cuerpo y flora se hace a ello y se pierde bastante su efecto.
No tengo una opinión ni de que sí ni de que no.
En horticultura hay quienes evitan poner ajos y cebollas junto a las leguminosas porque, al ser sufurosos, impiden la formación de la simbiosis con las bacterias micorizas en las raices que fijan el nitrógeno. Los ajos son ampliamente usados en la huerta por supuesto.
Jaja oye lo del partido me parece muy buena idea jeje
A mi me encaaanta el puerro.