Eso se llama demagogia, de manual además. ¿Qué valor se supone que tienen entonces mis conocimientos, mi formación, mis habilidades o las de cualquier otro trabajador? ¿Ninguna? Si me han contratado será porque soy útil a los objetivos de la empresa, ¿no crees? Tal vez sea más inteligente pensar en la relación empresario-trabajador como en una simbiosis en la que ambos debe salir beneficiados, si con una relación laboral solo se beneficia el empresario estamos hablando de
parasitismo. Pedir derechos que no salen de la nada dices, vacaciones, seguridad social, prestación por desempleo, etc. ¿Derechos que no salen de la nada? Pues nada majo, vuelta al trabajo infantil, a las jornadas de 14 horas, a la más total indefensión frente a empresario porque
Debemos estar agradecidos. Supongo que estás con Juan Roig el presidente del grupo Mercadona, que comentó que
los españoles deberíamos tener la cultura laboral de los chinos.
Por cierto, lo de andar por el mundo como vagos lo dirás por tí, eso en psicología se llama proyección y el refranero español lo ha incorporado con el sabio: "Piensa el ladrón que todos son de su condición".