Valga esto como ejemplo que no nos la intenten colar, ser ecológico no está reñido con la profesionalidad, debemos exigir a las personas que nos suministran la verdura que el precio sea justo y la salubridad del producto sea total.
El producto de la agricultura ecológica tiene muchas diferencias con la agricultura convencional, pero una cosa es encontrarse un caracolillo o una picadura de insecto, o que las piezas tengan distintos tamaños y vengan con restos de tierra, y otra muy distinta es que vengan demasiado deterioradas o seriamente afectadas por plagas.
La espiritualidad está muy bien, pero en el huerto hay un trabajo que hacer y unos cuidados que dar a las plantas, mínimos pero los hay; personalmente paso de encomendar mi comida a la buena voluntad de Shiva o de Saturno, más si estoy pagando por ella.