Con qué frecuencia nos olvidamos de las cosas buenas que tenemos alrededor y además todos los días. Desde las tres comidas, un buen libro, una taza de te, la compañía de alguna persona o el cariño de algún animalillo peludo o alado que habita con nosotros.
Estamos rodeados de cosas simples y sencillas que es bueno valorar y sin embargo muchas veces nos centramos en "lo más peor" del día.
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Mi motivo de hoy es que el Roquete se ha pasado la mañana conmigo. En lugar de andar a su bola me ha estado pidiendo mimos, pipas y portandose "casi bien" (se me ha cagado en el teclado , pero son cosas que pasan).
Hay más cosas, cómo no, pero hoy él se lleva mis sonrisas.
Alex