Pues hoy se ha celebrado los 25 años de trabajo de una compañera, y tras los discursos y emociones, al lunch. En la mesa, lo que podéis imaginar. Pues yo ya me estaba preparando para hacer la estatua cuando una mano ha depositado junto a mí dos platitos, uno de judías verdes y otro de espirales con atún. Para que no me quede sin jamar, me han dicho... Ummmmm, peculiar lunch, pero se agradece, y he dado cuenta de las judías, sin tocar obviamente la pasta. Bueno, se agradece que piensen en uno, of course, pero no creo que pegara demasiado para un lunch...Y lo del atún, pa qué hablar, ayyyy!