Yo trabajo en el Centro de Cultura e Informaciones de Bratislava (Eslovaquia). Hay mucha burocracía de la parte de los superiores pero el trabajo mismo me sigue gustando muchísimo.
Puedo usar todos los idiomas que hablo en una conversación natural y humana (nada de la diplomacía artificial) para que los demás lleven recuerdos lindos de nuestra ciudad y también del país. En general la gente que viene es amable. Claro que trabajando con la gente siempre hay también unos histéricos pero con ellos basta no entrar en las discusiones y está.