Me permites que discrepe sobre esto,mi apreciado Sujal? Es que de tanto repetirse la sentencia, ha quedado como algo autoevidente, cuando a mí no deja de parecerme...una memez.
El ser humano es lo que es por su capacidad para emitir juicios, esto es, valoraciones, pareceres. Ese miedo absurdo a juzgar actitudes, comportamientos, procederes, no tiene sentido. De hecho, si alguien clava un cuchillo en la espalda de otro, eso merecerá un juicio (y no me refiero a lo legal...), no creo que alguien se le ocurra decir: ¡Ahhh, prohibido juzgar! O sea que juzgar es opinar, y repito, es algo consustancial a nuestra especie. Y se malinterpreta este concepto, pues parece que al emitir un juicio sobre algo se está juzgando a la persona en su integridad, cuando en realidad lo que se hace es valorar el hecho en sí (cometido o perpetrado por alguien) Es decir, si me insultas, juzgaré tu acto como negativo, no a ti como negativo. Claro que a veces ambos pueden llegar a confundirse: en el caso del monstruo de Amstetten, los hechos horribles que este sujeto cometió se "Han pegado" irremisiblemente al sujeto mismo. Determinados hechos marcan fatalmente a quien los comete.
Pero bueno, que me desvío: vuelvo a arremeter contra esa manía antiopinatoria que se va instalando en la sociedad actual, que lleva a decir: Esto (la caza, los toros,mis pieles, etc) puede o no gustar a otros, pero a mí me encanta, y que nadie me juzgue por ello. Y así llegamos a una sociedad que se muere y pudre...por sentido acrítico; lo único que valdría es la ética oficial y los gustos de la gente.
En realidad, querido Sujal, me parece lo contrario a la frase que he seleccionado: La cuna de todo asiento ético está en la capacidad de juzgar correctamente los comportamientos propios y ajenos.
Discrepas, ¿no? Lo imaginaba...