Estas Navidades le regalaron a mi mujer una cesta vegana con muchos productos que no había visto nunca. Entre ellos, quesos, chorizo, jamón, etc. El chorizo la verdad que estaba bueno (no se como sabe el chorizo animal, así que no puedo opinar sobre el parecido), mezclado con calabaza. Cierto es que al rato estaba más duro que una piedra, pero en el momento de sofreirlo estaba rico.
Pero el jamón estaba asqueroso. Asqueroso, asqueroso. Y no sólo el sabor, si no esa textura de jamón que siempre me ha dado asco y que me sigue recordando al cerdo.
Y digo yo, ¿qué necesidad había de crearlo?
Estoy de acuerdo en que cuanto más oferta haya, más sencillo será que mucha más gente se suba al carro. Las hamburguesas empiezan a estar increibles de sabor (deben ser insanísimas, que nada rico es sano) pero, ¿ese jamón? Puagh, que ascuzo recordarlo.
No tengo foto ilustrativa.