Este verano voy a alimentarme únicamente de frutas frescas, no frutos secos ni smoothies, y no mezclaré las frutas en macedonia, prefiero la simplicidad. Intentaré la más barata y disponible, ocasionalmente zumos envasados que no llevan añadidos o edulcorantes. Lucía Martínez y su colega Aitor Sánchez dicen que estos zumos sin añadidos son malos porque se trata de azúcares libres, que los azúcares se rompen al licuar la fruta. No es una explicación que se pueda entender.