Una cosa que se me pasaba: es absolutamente falso que los niños de ahora sean los más abandonados de la historia. Poca historia conoces si dices eso.
Sin remontarme a la Edad Media u otras épocas más recientes, peor igualmente "antiguas", te puedo comentar sobre la generación de mi madre. Mi madre nació en 1931, en una familia humilde donde el padre trabajaba en un aserradero y luego recogía y vendía leña y cuidaba de la vaca y el burro de la familia y la madre trabajaba en la tierra para proveer de patatas y otras hortalizas la mesa familiar. Aparte de eso, vendía en los mercados, cuidaba a las gallinas y a los cerdos y hacía la comida y lavaba la ropa en el río.
Mi madre, única hija entre 3 varones, se encontró cuando tenía 7 años con la responsabilidad de cuidar a su hermano pequeño recién nacido, porque eran tiempos de guerra y posguerra y los padres tenían que buscarse la vida para que los hijos comieran.
Mis tíos y mi madre se criaron en la calle, se cuidaban unos a otros, pero tenían muy claro que los padres eran los padres y les respetaban. Y aquellos padres, que estoy segura querían mucho a sus hijos, les zurraban de lo lindo, incluso con un cinturón y descargaban en ellos su impotencia y frustración porque no tenían nada que darles, nada a veces para comer ni dinero para unas tristes alpargatas.
Si escuchas a mi madre y a mis tíos, nunca los culpan de nada (es cierto que para la época, mis abuelos fueron muy buenos padres), ni de los azotes, ni de los castigos, ni de que tuvieran que arrimar el hombro en casa con trabajos que se excedían de lo apropiado para su edad. Nunca les reprochan nada, mi madre cuidó d emi abuela hasta su muerte con verdadero amor y jamás le faltó al respeto.
Mi madre no me educó así, me dio muchas cosas, atención y cariño, pero tb algún azote y me castigaba si me portaba de forma que ella consideraba incorrecta y tampoco se lo reprocho. Jamás le dije un insulto o una palabra grosera.
Yo eduqué a mis hijos de una forma aún más blanda y rara vez les dí un cachete ni los castigué. Les dediqué mi tiempo y no trabajé para cuidarlos. Me quieren pero... no se cortan de llamarme idiota o mandarme a la m... si están enfadados ni entienden por qué no deben tratarme como a sus amigos.
¿Qué les espera a mis hijos? Si seguimos así, la tiranía de sus propios hijos que estarán llenos de derechos y exentos de deberes.