¡Ay margaly!!!
Estimados cómplices de la vida miserable y muerte innecesaria de numerosos animales:
Quisiera dirigirme a aquellos de ustedes que necesitan justificación para lo más obvio, y para complacer sus ansias por vomitar atropelladamente cualquiera de las excusas que tan gentilmente nos regalan en momentos de breve aturdimiento antes de sumergirse de nuevo en la indiferencia aprobada por el despotismo de la costumbre.
Diganme: ¿Por qué las lechugas en su evolución no comen carne y se creen superiores a los repollos?