Hola, Vegeterianita,
Mi situación es la siguiente. Hace unos 11 meses decidí cambiar mi dieta y convertirme en ovolactovegetariana. Estoy casada y tengo un niño de casi seis años. Desde el principio tuve muy claro que ser vegetariana era mi opción y no la de ellos, por lo que he seguido cocinandoles carne. No me pareció justo imponerles mi decisión, porque para ser vegetariano se ha de tener una motivación fuerte y meditada, no puede ser una imposición. Piensa que desde pequeños nos han educado en la idea de que la carne es necesaria para estar sanos y que los animales (principalmente los de granja) tienen la exclusiva función de alimentarnos. Las personas que comen carne no son malas personas evidentemente, habrá de todo, igual que todos los vegetarianos no son ángeles: seguro que más de uno es capaz de recoger a un perro pero no se acuerda de su vecino (y no me digáis que no, que en todas partes cuecen habas como dice el refrán). Vale, me estoy enrollando mucho. Lo que quería decir es que yo en ningún momento me he negado a cocinar carne, pero poco a poco están reduciendo su consumo. Tampoco estoy inculcando en mi hijo sentimientos de culpabilidad, explicándole cada vez que come carne que aquello es un animal muerto, que le han hecho daño, etc, etc. Es algo que va deduciendo de mis comentarios. El otro día me sorprendió cuando, mientras veíamos un documental de animales, le dije: ¿te gustan los documentales de animales? a mamá le gustaban mucho cuando era pequeña. Y el me respondió: me gustan los animales, lo que no me gusta es matarlos, por eso me gustan más las cosas vegetales. Esa afirmación no es del todo cierta porque se pirra por la carne de pollo rebozada, pero lo que sí que es cierto es que ahora a veces prefiere antes un trozo de seitan a la plancha que unas croquetas. Yo no le obligo a nada. Creo que el elegirá cuando llegue el momento, y yo aceptaré su decisión. Además ahora, sin tener una idea clara, lo único que conseguiría es que se sintiera raro entre sus amigos o el bicho raro en el comedor del cole (eso si en el cole aceptaran hacerle una dieta vegetariana). Creo que al negarte a cocinarle carne a tu hija y "adoctrinarla" sobre el vegeterianismo, lo único que consigues es el efecto contrario (es una adolescente). Para reafirmar su personalidad te lleva la contraria. Habría que ver que reacción tendría si tú cedes y le dices: vale, yo creo que lo que haces no es correcto según mis principios y valores, pero es tu decisión. A partir de mañana tendré en cuenta tus gustos. A lo mejor se quedaría con la boca abierta, y quizá con el tiempo te daría la razón...o no. Nuestros hijos son seres libres con derecho a decidir. Espero haberte servido de algo. Angeline.