Pues no había oído hablar de la harina de mijo. Lo siento Looanne! Lo de salvaje me despierta el instinto "animal", ¿quieres decir biológico o no cultivado?
Anoche escuché en la radio al autor de Frutoterapia, Albert Ronald Morales, hablar de las harinas refinadas. Dice que su metabolismo en la digestión requieren de un aporte de minerales y oligoelementos que "roban" del propio cuerpo. Las harinas integrales no tienen ese problema porque no han sido despojadas de aquellos. Cuidado con la bollería industrial y pizzas o pastas que no vengan de sémolas de trigo o sean integrales!
Otro tanto para mi amiga Otorexia!