Hola.
Nosotros estuvimos el pasado día 10 de febrero, nos lo encontramos de casualidad porque estaba al lado de nuestro hotel.
La opinión que tenemos es buena. Es un restaurante acogedor, pequeño y mucho más agradable por dentro que por fuera (la puerta es un poco cutrecilla). El dueño no es que sea un prodigio de simpatía precisamente, pues nos indicó en un tono áspero qué podíamos comer (somos veganos). Luego resultó que había bastantes opciones para nosotros (excepto en los postres, sólo infusiones).
Recuerdo que tomamos una rica ensalada de aguacate y manzana. Y luego pedimos una paella vegetariana y un plato de seitán con salsa de pimientos del piquillo. Platos sencillos pero deliciosos. Nosotros salimos satisfechos y el precio era justo. No comprendo porque se habla tan poco de este restaurante.