Por qué no soy amante de los animales
Frecuentemente se confunde el respeto hacia los demás animales con el amor hacia ellos y se etiqueta a quienes defendemos a éstos como "amantes de los animales" (no-humanos); pero al igual que las/os antiesclavistas no eran amantes de las/os negras/os, tampoco las/os antiespecistas somos amantes de los animales (no-humanos).. y creo que nadie nos preguntaría si acaso nos gustan las/os humanas/os (tod@s) por respetar los derechos humanos.
En mi opinión, afirmar "me gustan los animales" (no-humanos) como explicación de nuestro respeto hacia ellos les perjudica en cierta medida, pues indica que si les respetamos es porque nos gustan o les queremos.. y por tanto, a quienes no les gustan no tienen por qué respetarles. Si el respeto hacia los demás animales se asocia con una cuestión emocional -y no como un imperativo moral fruto del razonamiento e igual consideración de intereses-, nos encontraremos con respuestas -que más de una/o hemos escuchado- tales como "es que los peces no me despiertan empatía" a modo de justificación para seguir comiéndoles y no respetar sus intereses. Cabe decir que quizás tampoco a mí me despierte empatía el/la humano/a que dice tal cosa, y es evidente que no por ello resulta indiferente que le mate o no. Los sentimientos que tengamos hacia un/a individuo/a no son sinónimo de respeto hacia el/la mismo/a [1], ni una justificación para ignorar al resto.
Creo que rara vez la expresión "me gustan los animales" (no-humanos) pretende decir lo que realmente dice, pues hay miles de millones de animales (humanos y no humanos) en el mundo y afirmar que nos gustan todos ellos -lo que incluiría a psicópatas, dictadores, torturadores, etc.- resulta muy aventurado, máxime cuando ni siquiera conocemos ni conoceremos a la inmensa mayoría de las/os mismas/os.. después de todo: ¿cómo te puede gustar alguien a quien no conoces?. Supongo que cuando se afirma tal cosa se suele estar pensando en perros, gatos u otros mamíferos, quizás algunos más, pero dudo de que pensemos en ratas, babosas, arañas, serpientes o tiburones.
Ser especista o injusto hacia los demás animales no es carecer de empatía o cariño hacia individuos de otras especies como en ocasiones he escuchado (hay quien defiende ser especista en base a sus sentimientos o incapacidad de sentir afecto hacia algunas/os individuas/os de otras especies), sino dar menor valor o importancia a los intereses de tales individuos.
Para respetar a alguien no es necesario que desarrollemos empatía o sentimientos de cariño o similares hacia él/ella, sino simplemente que entendamos que es un ser consciente que tiene intereses propios que se ven afectados por nuestras decisiones.. en definitiva: que nos comportemos de acuerdo a lo que nuestro razonamiento nos indica sobre nuestra responsabilidad hacia quienes se ven afectados por nuestras decisiones.
[1] En muchas ocasiones la propia intensidad de las emociones hacia otras/os es el origen de crímenes pasionales.
Fuente: http://www.veganactivist.net/es/