La caza, como deporte, es aquella actividad en la que un humano armado dispara sistemáticamente a todos los animales que encuentra a su paso. El que más seres vivos mate, gana. Esta actividad (a)deportiva mueve mucho dinero cada año, pero también muchas vidas.
La caza ya se practicaba en la Época Antigua, con los primeros humanos sobre la tierra, matando para subsistir. Sin embargo, su fin ha variado sustancialmente. Desde la creación de una supuesta actividad deportiva basada en la “antigua” caza, millones de animales son alcanzados cada año por los perdigones y balas de unos cuantos soldaditos de plomo.
Pero la incongruencia de la caza aparece cuando lees noticias del estilo “La sociedad de Caza X recibe 38.000€ para la recuperación del conejo”. Uno piensa, ¿no sería mejor otorgar ese dinero público a una entidad que realmente se preocupa por la recuperación de una especie animal? Es como entregar dinero a los furtivos para recuperar el Lince Ibérico. Una imbecilidad que sólo se da en España.
La caza del zorro es, sin duda, uno de los acontecimientos más importantes para los cazadores. Es curioso. Antes la caza servía como medio de subsistencia. Y la evolución de algunos ha determinado que matar a un animal es un deporte. Hay que recordar que los zorros que se cazan no tienen utilidad alguna, ni piel, ni carne ni nada. Van directos a la basura. Un fin muy digno para un animal.
La Declaración Universal de los Derechos del Animal dice, en su artículo 12: “Todo acto que implique la muerte de un gran número de animales salvajes es un genocidio, es decir, un crimen contra la especie.” Perfecta definición para la caza deportiva. ¿Qué opina de esto Medio Ambiente? Pues poco, no interesa remover la mierda que rodea al círculo de los asesinos legales de animales.
La caza es una actividad que debería desaparecer. Por la seguridad y sostenibilidad del Entorno: hasta ahora no he visto ningún ecosistema absorbiendo el plomo de los cartuchos y casquillos. Y por la seguridad y sostenibilidad de los animales: La naturaleza lleva muchos siglos regulando la capacidad y número de las poblaciones de animales, si hay animales en peligro de extinción es que nosotros mismos lo hemos provocado: Lince Ibérico, Tapir, Oso Panda, etc.
Publicado en: Kaos en la Red