Estoy tremendamente triste, pero Kiko lo está pasando muy mal y no sé si debería hacerlo
Tiene muchísimos dolores, no ve, casi no oye, no quiere casi comer, cuando se sienta no puede levantarse, se desorienta y se cae sobre el agua. A veces se hace encima en su cama porque no consigue levantarse y luego se pone a llorar. Y pasa las noches de mucho frío aullando porque le duelen los huesos.
Este junio cumpliría 17 años.
Sé que es ley de vida, pero, ¿quién soy yo para decidir eso?
Necesito apoyo y consejo.