Pffff... No sé qué decirte. Yo hay días que lloro mucho pensando en todo el sufrimiento que causamos en el mundo, en la cantidad de animales inocentes que no han hecho nada para merecer la tortura a la que se les somete. Lloro de tristeza y de impotencia, porque me siento muy pequeñita por no poder hacer realmente NADA por ellos. De hecho, en este aspecto, siempre he sido muy pesimista, siempre he tendido a pensar que estamos (o están, mejor dicho) condenados a seguir viviendo así, pero luego veo toda la gente buena que hay en el mundo, que rescata animales que están siendo maltratados (ya sean "mascotas" comunes como perros o gatos, ya sean animales para experimentación, comida, cría...) y vuelvo a sentir esperanza en un futuro mejor, siento felicidad por ese puñadito de criaturas que podrán tener una vida mejor de la que les esperaba y quiero pensar que todo el mal que se ha hecho contra quienes no lo merecían, se pagará muy caro. Yo no soy creyente, no creo en el cielo ni en Dios, pero intento consolarme pensando que al menos todos esos animales que han muerto ya descansan en paz y no tendrán que sufrir por culpa nuestra nunca más. No sé tú, pero yo no hay día que no piense en ello, todos esos animales anónimos se merecen que al menos alguien los recuerde como lo que fueron y no como un filete, una hamburguesa o un paté.
Todo esto es extrapolable a los humanos que tienen que vivir en condiciones de mierda (porque no tiene otro nombre) y morir de la peor forma posible, pero no es el tema que nos incumbe ahora, claro.