Es la primera vez que en un foro posteo un artículo que no he escrito yo, pero esto merece ser difundido aunque no sea algo tan importante como el maltrato animal y demás temas que tratamos en este foro. Se trata de la cultura libre, la SGAE y sus robos, y está escrito por un grupo de heavy metal granadino que comparte su propia música para descargar gratis, y basado en un tema suyo que está indirectamente dedicado a la SGAE. Un verdadero ejemplo a seguir lo de este grupo, ojalá otros de los muchos que también regalan su música, además de regalarla apoyen a la cultura libre de esta forma . Lo único que no me ha gustado del artículo es el título, que no sé qué tienen que ver los pollos con esto (aunque supongo que será algún doble sentido).
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Fuente: http://animaadversa.es/blog/?p=357 (echad un ojo a su web oficial también si os interesa su música o sus demás artículos)
Es absolutamente escalofriante el maltrato que se está dando a la música en este país. Un maltrato que proviene, para colmo de males, de los que supuestamente más luchan por defenderla. Y es que, nuestra querida SGAE, conformada por autoproclamados príncipes del arte (aunque ya sabéis que aunque la mona se vista de seda…) lleva ya unos cuantos años llevando su particular cruzada del siglo XXI contra todo y contra todos los que, como nosotros, defendemos una cultura libre.
Habrá quienes piensen que en nuestra posición es muy cómodo y mucho mejor visto posicionarnos así, puesto que tenemos poco que perder y al menos ganamos simpatías. Es cierto. Pero también es cierto que desde que hace ya más de seis años, decidimos dar forma y voz a este grupo, todos sus componentes hemos compartido una relación idílica con la música. Un romance que nos prohíbe verla “como un negocio”. Es más, nos repugna la simple relación de los términos.
El arte, en nuestro caso en forma de música, es la forma más pura y auténtica de expresar los sentimientos y emociones que nos embargan, que nos llenan y que muchas veces nos dominan. La motivación del arte, que es lo que le da sentido y hace que sea arte y no un mero artificio, tiene que ser por tanto la voluntad de compartir, de expresar y de educar aquello que uno siente como propio. El deseo de comunicar emociones, de compartirlas con miles de personas, por un medio que tiene la capacidad como pocos de sacar aquello que tenemos dentro, erizarnos el vello y arrancarnos una lágrima al escuchar esa melodía y esas palabras que dan sentido a lo que sientes (y no es un juego de palabras), es la mayor grandeza de la música, y es lo que la ha convertido en un instrumento primordial en la vida de muchas personas. La SGAE comenzó, tal vez, siendo una idea inocente con la que se intentaba proteger a los artistas de los males de su “vida bohemia”, garantizándoles una vida más acorde a su genio, que sin duda muchos artistas merecieron. Ahora, tras una metamorfosis monstruosa promovida por enormes intereses económicos, ha mutado hasta convertirse en el mayor enemigo de todo lo que representa el arte.
El pequeño gremio se ha convertido en una voraz multinacional de una agresividad sólo propia del capitalismo más salvaje y despiadado. La SGAE ha demostrado sentir el mismo respeto por su “arte” que el empresario que produce masivamente cepillos de dientes o papel higiénico. El objetivo es abaratar costes y maximizar beneficios. El producto en sí no vale nada. Lo importante es hacer que la gente lo quiera y sobre todo que se tenga que sustituir pronto.
¡Producción masiva de discos y mínimo coste en su producción!.
Está claro: el arte ha muerto. Bienvenidos al mundo de la producción en cadena, del marketing hasta el aburrimiento y de la rentabilidad. ¿Para qué vas a gastarte tres mil euros en un disco, o en un concierto, pudiendo gastarte la mitad y venderlo igual?
El arte ha muerto. Bienvenidos al mundo de la manufactura.
Con estas reflexiones, cerramos una canción que, sin entrar en la descalificación pueril, expresa nuestra frustración con una sociedad que podría estar ayudando verdaderamente a los artistas, famosos y no famosos, pero que ha optado por vender su alma y sobre todo su amor al arte (nunca mejor dicho), por unos cuantos cientos millones de euros…
Algunas explicaciones:
- “Cañones e impuestos y armas por doquier” (Cánones e impuestos y armas por doquier)
- “Se dice que Judas era su capitán”: el señor Teddy Bautista que por azares del destino interpretó a Judas en el musical de Jesucristo Superstar (versión española), ha tomado el testigo de la antigua cabeza (de turco) de la SGAE, el señor Ramoncín, del que dicen las malas lenguas que tiene mucha pluma.
- “Se escuchan voces a babor” (a la izquierda); No olvidemos que muchos de los socios principales se declaran como ideológicamente de izquierdas (¿qué es esto una broma de mal gusto o qué?)