Que tengan mucha suerte estas criaturas, no lo tienen nada fácil, con los ganaderos, los cazadores, los imbéciles que van poniendo venenos diversos y la contaminación que el agua y los montes van arrastrando como consecuencia de nuestros escarceos de especie.
Se me nota que tengo poca fe en estas cosas ¿verdad? pasa como con el oso y el lobo en los montes pirenáicos y en el norte, que luego de soltarlos han de vigilar que "los otros" no se los carguen porque perjudican sus intereses de sus reses, el turismo de masas etc. etc.
Qué poco coherente es nuestra sociedad, antes de dar estos pasos, creo humildemente que deberían procurar que las condiciones en sus hábitats fueran las idóneas, mucho me temo que actualmente no se dan estas circunstancias.