Entrevista sobre la Tauromaquia a D. José Enrique Zaldívar, Veterinario
Entrevista concedida a Maltrato Animal: Un Crimen Legal por el Sr. D. José Enrique Zaldívar, perteneciente al Ilustre Colegio de veterinarios de Madrid, Vicepresidente de AVAT (Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia), autor de Blogs, estudios y artículos sobre cuestiones veterinarias y de maltrato animal, así como participante en numerosas Conferencias dentro y fuera de nuestro País y en programas de televisión centrados principalmente en la tortura y muerte de toros en corridas y en diferentes festejos populares.
Me gustaría empezar pidiéndole que nos dé algunos datos personales suyos en lo que a su labor como veterinario se refiere, así como de su compromiso en la lucha contra el maltrato animal y su participación en Blogs sobre estos temas y en AVAT.
Soy veterinario clínico de pequeños animales desde hace 26 años. Cuando empecé la Carrera mi ilusión era ser veterinario de équidos y en concreto del pura sangre inglés. Por desgracia, en cuarto de carrera me enteré durante unas prácticas con estos animales que era alérgico a ellos y que con sólo tocarlos ponía mi vida en riesgo. De hecho me tuvieron que inyectar un Urbasón en vena ante el ataque de asma que padecí. Luego, mis alergias se han extendido a los roedores, así que no puedo atender ni hamsters, ni conejos, ni cobayas, ni chinchillas… Salvo unos años en que tuve experiencias con ganado ovino, caprino y porcino, enfocadas a trabajos de reproducción e investigación, mi vida como veterinario se ha movido siempre alrededor del perro y del gato.
Los blogs nacieron como una especie de desafío ante la “alergia” que tenía a los ordenadores. La verdad es que sentía una especie de desprecio por su utilidad hasta que unas navidades, mi mujer, que también es veterinaria, me regaló un portátil. Entré en el mundo de los blogs y cree uno, que tenía otro carácter informativo, enfocado a temas políticos, filosóficos y religiosos. Todavía lo mantengo, aunque lo cierto es que desde que he entrado en el mundo del abolicionismo de la tauromaquia lo tengo bastante abandonado. El blog profesional surge con la idea de escribir artículos sobre pequeños animales en tono divulgativo y permitir que la gente me haga consultas, - gratuitas, por supuesto -, cuando tiene dudas sobre cosas relacionadas con sus perros y sus gatos. Paso bastante tiempo del día contestando las inquietudes de la gente sobre sus animales de compañía. El problema surge cuando en muchas ocasiones la gente me pide tratamientos para sus animales, que no puedo, ni debo dar. Como escribo para una revista mensual de perros y una bimensual de gatos, copio y pego mis artículos en el blog, una vez que han pasado uno o dos meses de su publicación. Posteriormente, una vez que me he comprometido en la labor de acabar con la tauromaquia, he ido introduciendo artículos de opinión sobre ése mundo. Considero que la información es fundamental para evitar la manipulación de las personas y creo que Internet es una maravillosa herramienta para que la gente busque, lea y contraste pareceres sobre lo que le interesa, aunque evidentemente, no todo lo que se lee en este medio de comunicación sea cierto.
En el apartado del maltrato animal, me he centrado en los espectáculos taurinos, ya que es en lo que creo que se necesitaba una respuesta contundente de alguien perteneciente al colectivo veterinario. Fue la lectura del estudio neuroendocrino que dice que el toro de lidia no sufre tanto como pensamos lo que me llevó a involucrarme directamente en el movimiento abolicionista y a empezar a conocer gente estupenda de los colectivos animalistas. Debo decir que no comparto algunos de sus postulados, pero me encuentro muy a gusto entre ellos y siempre me han tratado maravillosamente. Del contacto con ellos surge la idea de crear AVAT (Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia). Lo que pretendemos los tres socios fundadores (Marta, Lina y yo) es que “salgan del armario” los muchos compañeros de profesión que están de acuerdo en el fin que perseguimos y que por miedo o por falta de interés o de tiempo no lo han hecho todavía. Lo del miedo lo aclararé más adelante ya que puedes sonar un poco extraño. La verdad es que nunca pensé que por escribir el estudio que rebatía el del profesor Illera y mandarlo a algunas webs antitaurinas me encontraría ahora inmerso en este movimiento.