Que levante la mano el que nunca se haya reído con un chiste de mal gusto (y que por supuesto va relacionado con una actividad que jamás haría en la vida real). Comprendo que hay asuntos que no gustan, como los de Irene Villa. El mío era ingenioso y sobre todo de cosecha propia. El contenido no es agradable y soy consciente, pero también estamos entre adultos (pienso). Sabemos diferenciar, aunque de algún modo comparto que la basura mejor que no salga a la luz.
Estoy de acuerdo con vuestra decisión, porque el chiste minimiza e incluso puede llegar a normalizar un hecho indeseable, pero es una línea muy fina y no me ha costado nada encontrar otro susceptible de herir sensibilidades.