A mí no me mires ;) Opinaba lo mismo en enero que ahora.
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¿Nadie opina sobre el vídeo de la representante feminista de "Ahora Madrid"? imagino que no lo hacéis por no ser un buen ejemplo :)
No, yo no lo he considerado nada. He asumido, quizás erróneamente, que si alguien trae un tuit de alguien de 2010 a un hilo sobre feminismo en el que continuamente se están denunciando prácticas sexistas y heteropatriarcales, es porque lo consideraba sexista.
Tu interpretación me parece estupenda :)
Mira, se puede hacer una encuesta. Apuesto a que el 90 por ciento de los y las que han escrito en este hilo lo consideran asqueroso.
Yo también lo rechazo, pero por el hecho de que exprese sus gustos privados en un cartel público.
El morbo en el sexo, siempre que las dos partes estén de acuerdo y lo disfrute, le da un impulso imbatible. Digo 2 partes como pueden ser 3 o las que sean. Es más, cuando sólo es una parte, como en la masturbación, las imågenes menos convencionales te llevan a un orgasmo más placentero. Que ya sabemos que el sexo está en la cabeza, más que en ninguna otra parte.
Comparto del blog de Alicia Murillo Ruiz:
ESPERANZA AGUIRRE NO ES MUJER
"El hijo del obrero a la universidad era lo que la generación de mis padres gritó y consiguió. Yo fui a la universidad sí, pero hoy me pregunto ¿cuál era el objetivo? Lo que mi familia pretendía era que yo “no pasase por lo que ellos tuvieron que pasar”. Lo que el obrero quiere es que su hijo deje de ser obrero. La clase obrera quizás quiera derechos para la clase obrera, así en general, pero en particular, para sus hijos, lo que quieren es que pasen a ser clase media. Asimismo algunos chicanos intentaban que sus hijxs no aprendiesen español porque sabían que el bilingüismo solo les cerraría puertas en un país racista como EEUU. Quizás quisieran derechos para la población inmigrante pero sobre todo querían que sus hijos fueran lo menos parecido a un inmigrante que les fuese posible. Y así educamos, intentando salvar el culo de nuestra prole, sin darnos cuenta de hasta qué punto perpetuamos el círculo vicioso del que no saldremos hasta que no cambiemos el punto de vista.
La educación suele consistir en convertir a nuestras criaturas en el modelo opresor para intentar salvarlas de la opresión.
Obama no es un presidente negro. Obama es blanco. Viste como un blanco, habla como un blanco, estudió donde estudian los blancos y oprime de la misma manera en la que oprimen los blancos. Para que nos entendamos, quizás sea negro pero no se le nota.
A las niñas les ponemos películas Disney de última generación, de esas que han cambiado a la Cenicienta por la Indomable. Les hemos dicho: “Convertíos en guerreras” y eso en principio nos pareció un buen plan. El problema es que si seguimos por ahí nos van a salir rollo Esperanza Aguirre o Angela Merkel… es decir, hombres. No hay mujeres en política, es mentira. Para ser política tienes que ponerte un traje de chaqueta, a ser posible negro o de un color aburrido, y tienes que dejar de saludar dando dos besos. Si quieres ser política debes dar la mano al saludar, como hacen los machotes. ¿Qué queréis que os diga? Si hay mujeres en política, no se nota que lo son.
La cuestión no está en vestir a las niñas de guerreras, la verdadera revolución está en vestir a los niños de princesas. Eso es lo difícil. Las mujeres no hemos logrado hacer política aún porque el hecho de que un ser humano con útero y vagina ostente el título de presidenta no significa que lo esté ostentando una mujer. El género es una construcción social, por tanto entenderé que el verdadero éxito feminista habrá ocurrido cuando una persona lleve un vestido rosa de purpurina y lazos y dé dos besos en las recepciones oficiales mientras pregunta cómo está la familia independientemente de la forma de sus genitales.
Nos demonizaron la feminidad diciendo: “Las mujeres, muchas veces, también tienen culpa del machismo”. Nos acusaron de perpetuarlo a través de la educación, de ser complacientes, de ser consentidoras, de representar un rol construido de la misma pasta que el antagónico, el masculino. Pero las cosas no son así si las miramos desde la raíz.
Palabras raras… estoy harta de mitos lingüísticos que restan radicalidad al feminismo: el problema no es el coitocentrismo, es el coito porque es una práctica relacionada con la reproducción que dificulta enormemente el placer femenino y expone el cuerpo de las mujeres al control patriarcal y a enfermedades que no contraeríamos con cualquier otra práctica. El problema no es la heteronorma, es la heterosexualidad en sí, no entendida como la relación sexual entre un cuerpo con pene y otro con vagina sino como un régimen político que establece el orden amo/esclava. No existen los micromachismos porque no hay discriminaciones invisibilizadas por la cultura, hay personas no escuchadas, de hecho el término micromachismo lo inventó un hombre blanco con estudios superiores. Además las discriminaciones a las que el término en sí hace referencia llevan siglos siendo enarboladas por nuestras madres y abuelas desde los hogares con el “me tenéis hecha una esclava” y a nadie pareció importarle hasta que se escribió desde una universidad.
Lo estamos haciendo mal, en la feminidad no hay nada de malo. Es la masculinidad el problema. Igual que es falso y simplista decir “los gitanos no se integran porque no quieren” es también de necios decir “las mujeres tienen parte de la culpa de que este mundo sea tan machista”. Un gitano no se integra porque el término integración presupone la aceptación de un sistema de payos, es decir, un sistema de mierda porque es el sistema del opresor. “La cultura gitana es muy machista y muy retrograda”, sí, puede ser, pero resulta que eso es precisamente lo que tenemos en común con ellos. La razón de por qué no se “integran” es porque no quieren dejar de ser lo que son, no quieren convertirse en blancos opresores de mierda y yo les aplaudo por ello. Y de la misma manera yo no tengo ganas de dejar de ser mujer y de convertirme en hombre porque un ser humano complaciente no es un ser malo, el ser malo es el que vive aprovechándose de la complacencia ajena.
Las mujeres no perpetuamos el machismo, las mujeres resistimos negociando como podemos con un mundo hecho a la medida del macho. Y de igual manera lo hacen el resto de identidades periféricas. El rol de mujer es reconocido, existe en las reglas del juego, pero hay además todo el amplio abanico de personas que se sitúan en identidades no binarias que tampoco participan de la construcción del machismo, por mucho que quieran hacérnoslo creer. Ni si quiera las butchs o un hombre tansexual. El macho es Esperanza Aguirre no la camionera que te sirve copas en Chueca, no nos equivoquemos. Y es que podemos adoptar la masculinidad para subvertirla. Para mí un hombre trans es al feminismo como una abogada nigeriana que lucha por los derechos de los inmigrantes en el sistema judicial europeo, es alguien infiltrado en el bando enemigo. El otro día leía en Facebook el estado de un hombre trans que decía algo así como que no tenía ningún interés es identificarse con la masculinidad cis. Bingo, pensé, esa es la clave de todo."
http://aliciamurillo.com/2015/05/24/...irrenoesmujer/
Colección de tópicos donde los haya. :eing:
Los negros son y han sido siempre víctimas, y nunca han oprimido a otros hasta q llegó el blanco. Y las mujeres son todas estupendas, menos las q no lo son q entonces no son mujeres, son hombres. Ella es la Diosa, él el demonio. :P
En fin.