Sufrimiento en la granja de visones
Acabo de leer este relato y me ha dejado el cuerpo escarpado... :(
Mi abuelo, fallecido hace ya más de una década, criaba visones en Franklin, Idaho (USA). Cada otoño, mi familia viajaba a Franklin para ayudar a mis abuelos con lo que llamabamos la "temporada peletera".
Recuerdo el olor. Como todos los miembros de la familia de roedores, los visores estaban provistos de unas potentes glándulas olfativas. Les rociaban su hedoroso almizcle durante su agonía de muerte. Ese olor lo impregnaba todo. Nuestras ropas. Nuestro pelo.
Yo no tenía la destreza manual necesaria para hacer el desollado, así que ayudaba en la matanza. Matábamos las hembras rompiéndoles el cuello. Los machos no tenían tanta suerte. Eran demasiado grandes para que les rompiéramos el cuello, así que eran afixiados con gas. Tardaban mucho en morir. Recuerdo oír sus gritos ahogados y sus lamentos, y recuerdo tener que arrancar sus mandíbulas del malla metálica una vez que se callaban.
Después de matarlos, yo apilaba sus templados y blandos cuerpos en una carretilla. Los llevaba al corral de los visones justo fuera del almacén de desollado y posicionaba los cuerpos para que se endurecieran, y así facilitar el desollado.
Recuerdo como los visones viendo y oyendo reaccionaban a los gritos de sus amigos agonizando, como cientos de ellos se movian frenética e inquietamente de un lado a otro de sus minúsculos corralitos. Un visón, una hermosa hembra color humo, murió en el momento en la arrancaban de su corralito. Gritó, e inmediatamente después simplemente se aflojó.
Durante las horas precedentes a esto, ella estuvo mirando y escuchando cómo los demás eran arrancados de sus habitáculos y después asesinados. Siempre pensé que ella sabía lo que esta pasando a su alrededor y qué es lo que iba a pasarle a ella. Siempre supe que ella murió de puro terror.
La granja de visones de mi abuelo no fue mi única experiencia con las granjas peleteras. Mi familia vivía a medio kilómetro de la mayor granja peletera en el sur de Idaho. Visones, zorros, linces, incluso lobos, eran criados por su piel.
Mientras hacía mis tareas matutinas, recuerdo oír los zorros chillando de dolor mientras eran electrocutados. A pesar de la distancia, sus agudos chillidos llegaban claramente a través de la fría brisa matutina.
Los visones y los zorros son animales salvajes. Aunque han vivido en cautividad durante muchos años, han sido criados sólo por su piel. No ha habido ningún esfuerzo por eliminar sus instintos o costumbres salvajes. Actúan exactamente como cabría esperar que actuaran animales salvajes cuando los encierran en miles de minúsculas, apretujadas jaulas. Su necesidad por deambular y cazar es transformada en comportamientos psicóticos, como canibalismo y auto-mutilación.
Cuando se trata de matar, los granjeros sólo se interesan por la óptima conservación de la piel. El ser rápido y humano no es la prioridad.
Esto no significa que mi abuelo fuera una mala persona. El abuelo era cariñoso, atento y decente con sus hijos y sus nietos. Yo creo que la mayoría de la gente que cría animales por su piel son honestos y trabajadores.
Pero el inenarrable sufrimiento de estos animales no puede ser negado.
Estas condiciones son frecuentes en la industria peletera en la actualidad. Las prácticas en la industria de la cría animal han cambiado muy poquito a lo largo de los años, tanto como el avance en las tecnologías médicas que han erradicado muchas de las enfermedades como el moquillo.
También he cazado mucho. Aunque muchos pueden decir que matar es matar, para mí la caza deportiva de un animal en su medio salvaje da una cierta nobleza y garbo. Estábamos intimidados por los animales que perseguíamos; había un respeto, una veverencia, por nuestra presa. Hablamos susurrando sobre la inteligencia de los animales, de su ingenio y espítiru.
Pero la temporada peletera era dolorosa y triste.
El año pasado, los estadounidenses se horrorizaron cuando "Dateline NBC" expuso las terribles condiciones en las que los perros y gatos eran criados y asesinados por su piel en China. Inmediatamente, la Asamblea Legislativa de Oregon se movilizó para prohibir el comercio de pieles de perros y gatos. Sin embargo, aceptamos las mismas condiciones para zorros y visones en muchas granjas peleteras a lo largo de toda el estado. ¿Porqué?
Ya es hora que los oregoneses se enfrenten a la realidad. En vez de concentrarse en los enfrentamientos entre los activistas y la industria peletera, la media necesita enseñar la cruda realidad sobre la vida y muerte en las granjas peleteras. Vamos a enseñar las muertes por gas de los visones o cómo electrocutan a los zorros en las noticias de las 6.
Solo cuando los estadounidenses conozcan estos horrores los gobernantes tomarán acciones para proteger estos animales. Si no lo hacen, entonces puede que los electores tomen la iniciativa y lo hagan ellos mismos.
Hace tres meses murió mi abuela. Por primera vez en muchos años, volví a Franklin. Después del funeral, paseé por la parte trasera de la casa de los abuelos para ver qué quedaba de la granja de visones. Años atrás, la abuela decidió acabar con todo, lo que significó que murieron todos y cada uno de los miles de visones que había en esa granja.
Ahora, los techos del corral de los visones se habían podrido y derruido. Parras y malas hierbas había crecido a través de las mallas metálicas. Las vigas de madera y los nidos estaban podridos y destruidos.
El olor a muerte se había ido. Las imágenes, sin embargo, estarán conmigo para siempre. Scott Beckstead, un abogado de Waldport, es presidente de la Sociedad Humana de la Costa Central. Puedes visitar su web en www.animal-law.com.
Fuente: The Animal Rights Resource
Traducido por Victoria Caminos
Enlace: http://www.uva.org.ar/vison.html
