Yolanda
20-sep-2006, 13:37
Ante todo, disculpad la largura de este mensaje pero aunque no lo parezca, lo he reducido un poquito.:D
Creo que el título de mi tema se merece que os explique porque llevo 2 semanas sin tomar huevos ni leche. Empezaré por decir que la lectura de algunos comentarios en el foro sobre el documental “Earthlings”, me ha animado a verlo. Por supuesto sabía que los animales sufrían cuando llegaban al matadero pero estaba lejos de imaginarme la tortura y la crueldad a la que están sometidos durante toooda su vida. Como tampoco sabía lo que supone para una vaca y su ternero que yo disfrute tomando su leche, ni el calvario de las gallinas ponedoras y de la exterminación masiva de sus poluelos machos… En fin, sentirme impotente ante tanto sufrimiento ha sido bastante deprimente. Así que me metí en mi “cueva” para poder digerir tanta información y controlar tanta rabia contra este sistema e intentar encontrar el equilibrio. :confused: Si mi tristeza o mi rabia contra este sistema, pudiesen aliviar el sufrimiento de los animales entonces valdría la pena, pero no es el caso. Sufren ellos, sufro yo y lo peor es que los que me observan no quieren saber nada de mis motivos, porque a nadie le interesa sufrir o ser juzgado. También he llegado a la conclusión que por muy estricta que sea mi dieta, mis necesidades básicas como comer, beber y vestir, están causando el sufrimiento y la muerte de animales. Así que no puedo permitirme de sermonear a otros con un tono de superioridad porque por mucho que me esfuerce, estoy haciendo daño. Me gustaría mencionar una ilustración que cito Tom Regan en una conferencia, que refleja muy bien lo que siento en este momento:
“Les pido que imaginen esta enorme y complicada telaraña y justo en el centro ocurren las peores cosas en el mundo; conforme nos alejamos del centro aún siguen ocurriendo cosas malas, pero no están en el centro de la maldad, no son tan malas como aquellas. Mi convicción es que mientras ustedes y yo estemos en este mundo, siempre estaremos en algún punto de red. Somos criaturas imperfectas en un mundo imperfecto y no vamos a librarnos de la red del mal. Veamos unos ejemplos: yo compro ropa que no esté hecha con materiales de origen animal; visto algodón y otras telas, mientras que el resto de la gente usa pieles, lana, cuero y no se sienten inconsistentes con su postura respecto a los animales. Yo sí. El algodón no es un producto 100 por ciento libre de crueldad. Es producido de manera industrial y para sembrarlo, lo primero que hay que hacer es exterminar la vida silvestre que antes había ahí: mapaches, roedores, víboras, todos los animales muertos; y una vez que se siembra el algodón hay que rociar el campo con químicos llamados pesticidas, y "peste" es todo lo que ande por ahí, y "cida" significa muerte. Estos pesticidas van a parar a las aguas, y ahí sabemos lo que pasa, al menos yo lo se: mueren peces y animales marinos. Cuando se cosecha el algodón las enormes máquinas matan todo tipo de vida que haya en los campos. Y esto pasa con el algodón… no es libre de crueldad. Hay crueldad envuelta en esta industria, está en algún punto de la red, pero no está en el centro. Matar animales no es su objetivo, es algo que pasa como resultado, y si tengo un compromiso respecto a los animales tengo que evitar lo que está en el centro, pero ser consciente de que lo demás también está en la red.
Comprar zapatos: hay derivados del petróleo en mis zapatos y en mi chaqueta, y petróleo significa derrames, significa Exxon-Valdés, muerte de cientos de miles de animales. Lo que trato de decir es que tenemos que recordar que al final del día hay sangre de animales en nuestras manos también, y siempre será así, pues estamos en esta complicada red del mal. Al mismo tiempo hay una diferencia respecto a apoyar industrias cuyo negocio es matar animales. Las industrias de las pieles, del cuero, están en el negocio de matar animales por lo que de ellos obtienen. Cuando pienso en estas empresas las imagino en el centro de la red. Con todo esto, lo que quiero decir es que no tenemos el derecho a comportarnos como santurrones, no podemos considerarnos superiores moralmente a nadie; todos somos imperfectos, es sólo una cuestión de grado.
En tanto lancemos nuestro mensaje de una manera respetuosa hacia la persona a quien nos dirigimos, recordando que nos miramos en un espejo, que nosotros fuimos como ella, les estaremos haciendo un favor a los animales”Y si todavía alguien sigue leyendo mi mensaje:( …. es que es una persona con mucha paciencia.:) ... Solo decir a los que son ovo-lacto e incluso a los que todavía comen animales pero que quieren dejar de hacerlo, que hoy, no soy mas amante de los animales ni mas sensible a su sufrimiento que hace 2 semanas cuando todavía consumía huevos y leche ni que hace 6 años cuando todavía era capaz de comerlos. Pienso sencillamente que para todo hay un tiempo. Cada uno tiene que respetar su propio ritmo y no desanimarse por lo que todavía no puede hacer, sino valorar los esfuerzos que ha realizado y que sigue haciendo para alejarse del centro de la Red del mal. Pienso que tratar a la gente con respeto logrará sensibilizar a los que todavía no se han quitado la venda y siguen diciendo: “Mejor no saber lo que hacen a los animales porque sino ya no comes nada y te mueres de hambre” Pues no, señores y señoras, os diremos con respeto, que es vuestra responsabilidad, escuchar o ver el horror que experimentan los animales. Os demostraremos por nuestro ejemplo que se puede vivir sanamente y regalar a nuestro paladar sabores exquisitos, sin alimentarnos de cuerpos mutilados. De hecho, he notado que desde que he enterado mi “hacha de guerra”, la gente es mucho más receptiva. Así que todo esto para deciros, que para mí, ha llegado el momento de dar un nuevo paso hacia el veganismo. Un saludo a todos.
Creo que el título de mi tema se merece que os explique porque llevo 2 semanas sin tomar huevos ni leche. Empezaré por decir que la lectura de algunos comentarios en el foro sobre el documental “Earthlings”, me ha animado a verlo. Por supuesto sabía que los animales sufrían cuando llegaban al matadero pero estaba lejos de imaginarme la tortura y la crueldad a la que están sometidos durante toooda su vida. Como tampoco sabía lo que supone para una vaca y su ternero que yo disfrute tomando su leche, ni el calvario de las gallinas ponedoras y de la exterminación masiva de sus poluelos machos… En fin, sentirme impotente ante tanto sufrimiento ha sido bastante deprimente. Así que me metí en mi “cueva” para poder digerir tanta información y controlar tanta rabia contra este sistema e intentar encontrar el equilibrio. :confused: Si mi tristeza o mi rabia contra este sistema, pudiesen aliviar el sufrimiento de los animales entonces valdría la pena, pero no es el caso. Sufren ellos, sufro yo y lo peor es que los que me observan no quieren saber nada de mis motivos, porque a nadie le interesa sufrir o ser juzgado. También he llegado a la conclusión que por muy estricta que sea mi dieta, mis necesidades básicas como comer, beber y vestir, están causando el sufrimiento y la muerte de animales. Así que no puedo permitirme de sermonear a otros con un tono de superioridad porque por mucho que me esfuerce, estoy haciendo daño. Me gustaría mencionar una ilustración que cito Tom Regan en una conferencia, que refleja muy bien lo que siento en este momento:
“Les pido que imaginen esta enorme y complicada telaraña y justo en el centro ocurren las peores cosas en el mundo; conforme nos alejamos del centro aún siguen ocurriendo cosas malas, pero no están en el centro de la maldad, no son tan malas como aquellas. Mi convicción es que mientras ustedes y yo estemos en este mundo, siempre estaremos en algún punto de red. Somos criaturas imperfectas en un mundo imperfecto y no vamos a librarnos de la red del mal. Veamos unos ejemplos: yo compro ropa que no esté hecha con materiales de origen animal; visto algodón y otras telas, mientras que el resto de la gente usa pieles, lana, cuero y no se sienten inconsistentes con su postura respecto a los animales. Yo sí. El algodón no es un producto 100 por ciento libre de crueldad. Es producido de manera industrial y para sembrarlo, lo primero que hay que hacer es exterminar la vida silvestre que antes había ahí: mapaches, roedores, víboras, todos los animales muertos; y una vez que se siembra el algodón hay que rociar el campo con químicos llamados pesticidas, y "peste" es todo lo que ande por ahí, y "cida" significa muerte. Estos pesticidas van a parar a las aguas, y ahí sabemos lo que pasa, al menos yo lo se: mueren peces y animales marinos. Cuando se cosecha el algodón las enormes máquinas matan todo tipo de vida que haya en los campos. Y esto pasa con el algodón… no es libre de crueldad. Hay crueldad envuelta en esta industria, está en algún punto de la red, pero no está en el centro. Matar animales no es su objetivo, es algo que pasa como resultado, y si tengo un compromiso respecto a los animales tengo que evitar lo que está en el centro, pero ser consciente de que lo demás también está en la red.
Comprar zapatos: hay derivados del petróleo en mis zapatos y en mi chaqueta, y petróleo significa derrames, significa Exxon-Valdés, muerte de cientos de miles de animales. Lo que trato de decir es que tenemos que recordar que al final del día hay sangre de animales en nuestras manos también, y siempre será así, pues estamos en esta complicada red del mal. Al mismo tiempo hay una diferencia respecto a apoyar industrias cuyo negocio es matar animales. Las industrias de las pieles, del cuero, están en el negocio de matar animales por lo que de ellos obtienen. Cuando pienso en estas empresas las imagino en el centro de la red. Con todo esto, lo que quiero decir es que no tenemos el derecho a comportarnos como santurrones, no podemos considerarnos superiores moralmente a nadie; todos somos imperfectos, es sólo una cuestión de grado.
En tanto lancemos nuestro mensaje de una manera respetuosa hacia la persona a quien nos dirigimos, recordando que nos miramos en un espejo, que nosotros fuimos como ella, les estaremos haciendo un favor a los animales”Y si todavía alguien sigue leyendo mi mensaje:( …. es que es una persona con mucha paciencia.:) ... Solo decir a los que son ovo-lacto e incluso a los que todavía comen animales pero que quieren dejar de hacerlo, que hoy, no soy mas amante de los animales ni mas sensible a su sufrimiento que hace 2 semanas cuando todavía consumía huevos y leche ni que hace 6 años cuando todavía era capaz de comerlos. Pienso sencillamente que para todo hay un tiempo. Cada uno tiene que respetar su propio ritmo y no desanimarse por lo que todavía no puede hacer, sino valorar los esfuerzos que ha realizado y que sigue haciendo para alejarse del centro de la Red del mal. Pienso que tratar a la gente con respeto logrará sensibilizar a los que todavía no se han quitado la venda y siguen diciendo: “Mejor no saber lo que hacen a los animales porque sino ya no comes nada y te mueres de hambre” Pues no, señores y señoras, os diremos con respeto, que es vuestra responsabilidad, escuchar o ver el horror que experimentan los animales. Os demostraremos por nuestro ejemplo que se puede vivir sanamente y regalar a nuestro paladar sabores exquisitos, sin alimentarnos de cuerpos mutilados. De hecho, he notado que desde que he enterado mi “hacha de guerra”, la gente es mucho más receptiva. Así que todo esto para deciros, que para mí, ha llegado el momento de dar un nuevo paso hacia el veganismo. Un saludo a todos.