Amusa
27-abr-2016, 10:17
Hoy leyendo el post de Vicky me he dado cuenta de que ya llevo 3 meses sin consumir ningún alimento de origen animal.
En principio era solamente una prueba, yo decía "estoy explorando mi veganismo" :D:D; me puse un plazo de 3 semanas, y la verdad es que pasado ese tiempo no sentí la necesidad de volver a lo anterior.
En mi caso no puedo decir que fuera de un día para otro, no me dije, mañana me hago vegana.
Fue comiendo en casa de unos amigos, que nos pusieron cochinillo, y no pude tragarlo. Cuando lo vi tan bonito, antes de que mi amiga lo metiera al horno, no podía dejar de pensar, si yo veo a este animalito corriendo por aquí, fijo que me hago amiga suya, no se me ocurre comérmelo. Y así fue. Ese día me hice la despistada a la hora de comer, y a partir de ahí mi alimentación ha estado libre de crueldad.
Pensé que sería complicadísimo, pero me adapto muy bien. En mi casa es facilísimo, sobre todo porque mi marido se adapta a lo que yo cocino para mi, y él complementa con algún huevo, o queso, o embutido. Cuando voy a comer a casa de mis padres me llevo mi comida, en casa de amigos igual.
Lo que veía mas complicado era cuando saliera por ahí, pero no es tan difícil. En el peor de los casos siempre hay una ensalada que echarse a la boca.
Físicamente me encuentro genial y lo mejor de todo es que me siendo consecuente con mi conciencia.
Gracias por la compañía en el viaje.
En principio era solamente una prueba, yo decía "estoy explorando mi veganismo" :D:D; me puse un plazo de 3 semanas, y la verdad es que pasado ese tiempo no sentí la necesidad de volver a lo anterior.
En mi caso no puedo decir que fuera de un día para otro, no me dije, mañana me hago vegana.
Fue comiendo en casa de unos amigos, que nos pusieron cochinillo, y no pude tragarlo. Cuando lo vi tan bonito, antes de que mi amiga lo metiera al horno, no podía dejar de pensar, si yo veo a este animalito corriendo por aquí, fijo que me hago amiga suya, no se me ocurre comérmelo. Y así fue. Ese día me hice la despistada a la hora de comer, y a partir de ahí mi alimentación ha estado libre de crueldad.
Pensé que sería complicadísimo, pero me adapto muy bien. En mi casa es facilísimo, sobre todo porque mi marido se adapta a lo que yo cocino para mi, y él complementa con algún huevo, o queso, o embutido. Cuando voy a comer a casa de mis padres me llevo mi comida, en casa de amigos igual.
Lo que veía mas complicado era cuando saliera por ahí, pero no es tan difícil. En el peor de los casos siempre hay una ensalada que echarse a la boca.
Físicamente me encuentro genial y lo mejor de todo es que me siendo consecuente con mi conciencia.
Gracias por la compañía en el viaje.