Pride
25-jul-2015, 23:26
Habrase percatado gran número de los aquí presentes de mi repentina ausencia; la cual no es, sin embargo, total, pues este lugar me facilita el acceso a ingente cantidad de informaciones culinarias y, además, al acervo de interesantísimos comentarios de los usuarios que habitan y/o habitaban este sitio web. Siendo pues conocido por todos que ya no escribiré o procuraré no escribir nada en este lugar por razones cuya elucidación omitiré, no me faltan pelos en la lengua para advertir o, al menos, referir cierta idea no exactamente nueva a los miembros de este lugar que conservan alguna forma de sindéresis.
La base formal del Derecho es la noción de norma. Toda norma posee un carácter imperativo-atributivo; así pues, toda norma distribuye una relación entre dos sujetos jurídicos, uno de los cuales puede ejercer la facultad del derecho que impone una deuda o deber para con otro. Siendo así, todo derecho acarrea una responsabilidad o un deber. Esto es algo que todo aquel que esgrima su supuesta libertad para expresar cuanto desee debe tener en consideración. Si no se está dispuesto a admitir la ineluctable responsabilidad implicada por las consecuencias de todo discurso, es mejor permanecer callado.
Es, hasta cierto punto, inadmisible por cualquiera que goce de cierta cordura obliterar este derecho. En este punto estarán todos de acuerdo conmigo. La mayoría, supongo, también estará de acuerdo en que ciertas opiniones deben ser vetadas, cueste lo que cueste e imponga lo que imponga. Para los interesados reservo la discusión de cuáles han de ser estas ideas, no obstante. Ahí no está el punto que busco interpelar. La cuestión es que los usuarios que frecuentan este foro y, sobre todo, los que lo administran y moderan, tienen parte ciertamente no fútil de responsabilidad en lo que compete a admitir las informaciones vertidas en un medio de comunicación de masas como lo es un foro público en Internet.
Errar no es opinar sin conocimiento de causa. Referir, de forma sistemática, planificada y metódica, datos de fiabilidad escasa y confianza dudosa no equivale a cometer imprecisiones conceptuales, interpretaciones sesgadas no deliberadamente ni datos sin correspondencia con la realidad. Es la primera forma la que merece ser execrada y, si bien entiendo que es una actitud cuya corrección debe proceder de la iniciativa de los particulares implicados, también entiendo que para particulares o individuos faltos de escrúpulos o con intereses dudosos o bastante cuestionables no constituye problema de ninguna especie escindirse de criterios o métodos de aceptación casi unánime.
Entiendo que la moderación de este grupo ya está bastante harta de los pronunciamientos, los berrinches y tal vez el acoso de individuos que no desean verse perjudicados en el supuesto derecho, nunca legitimado por ninguna instancia, a referir y verter informaciones y datos que pueden, en algún contexto, poner en peligro la vida de alguien en caso de su ejecución. Y no se excuse el aludido en que no posee responsabilidad alguna en lo que hagan los lectores de sus mensajes. Nada puede haber más ingenuo que suponer que los intermediarios o los comunicadores de ciertas ideas no poseen responsabilidad alguna sobre sus consecuencias.
Aquí concluye mi diatriba, que pasen un buen día todos, mis estimadísimos contertulios.
La base formal del Derecho es la noción de norma. Toda norma posee un carácter imperativo-atributivo; así pues, toda norma distribuye una relación entre dos sujetos jurídicos, uno de los cuales puede ejercer la facultad del derecho que impone una deuda o deber para con otro. Siendo así, todo derecho acarrea una responsabilidad o un deber. Esto es algo que todo aquel que esgrima su supuesta libertad para expresar cuanto desee debe tener en consideración. Si no se está dispuesto a admitir la ineluctable responsabilidad implicada por las consecuencias de todo discurso, es mejor permanecer callado.
Es, hasta cierto punto, inadmisible por cualquiera que goce de cierta cordura obliterar este derecho. En este punto estarán todos de acuerdo conmigo. La mayoría, supongo, también estará de acuerdo en que ciertas opiniones deben ser vetadas, cueste lo que cueste e imponga lo que imponga. Para los interesados reservo la discusión de cuáles han de ser estas ideas, no obstante. Ahí no está el punto que busco interpelar. La cuestión es que los usuarios que frecuentan este foro y, sobre todo, los que lo administran y moderan, tienen parte ciertamente no fútil de responsabilidad en lo que compete a admitir las informaciones vertidas en un medio de comunicación de masas como lo es un foro público en Internet.
Errar no es opinar sin conocimiento de causa. Referir, de forma sistemática, planificada y metódica, datos de fiabilidad escasa y confianza dudosa no equivale a cometer imprecisiones conceptuales, interpretaciones sesgadas no deliberadamente ni datos sin correspondencia con la realidad. Es la primera forma la que merece ser execrada y, si bien entiendo que es una actitud cuya corrección debe proceder de la iniciativa de los particulares implicados, también entiendo que para particulares o individuos faltos de escrúpulos o con intereses dudosos o bastante cuestionables no constituye problema de ninguna especie escindirse de criterios o métodos de aceptación casi unánime.
Entiendo que la moderación de este grupo ya está bastante harta de los pronunciamientos, los berrinches y tal vez el acoso de individuos que no desean verse perjudicados en el supuesto derecho, nunca legitimado por ninguna instancia, a referir y verter informaciones y datos que pueden, en algún contexto, poner en peligro la vida de alguien en caso de su ejecución. Y no se excuse el aludido en que no posee responsabilidad alguna en lo que hagan los lectores de sus mensajes. Nada puede haber más ingenuo que suponer que los intermediarios o los comunicadores de ciertas ideas no poseen responsabilidad alguna sobre sus consecuencias.
Aquí concluye mi diatriba, que pasen un buen día todos, mis estimadísimos contertulios.