Snickers
24-sep-2014, 18:38
http://www.anima.org.ar/liberacion/enfoques/un-momento-de-silencio-por-donald-watson-fundador-the-vegan-society.html
Un momento de silencio por Donald Watson, fundador de The Vegan Society
http://www.anima.org.ar/images/liberacion/enfoque.gif
Centro de estudios
para la teoría y práctica
de los Derechos Animales
© Gary Francione
© Traducción: Ana María Aboglio © 2014 Ediciones Ánima
Texto perteneciente al Blog (http://www.abolitionistapproach.com/)personal de Gary Francione. 1º de julio de 2014
Donald Watson fue uno de los fundadores de The Vegan Society en 1944. Aquí está mi publicación acerca de Watson, en la Cultural Encyclopedia of Vegetarianism (http://www.amazon.com/Cultural-Encyclopedia-Vegetarianism-Margaret-Puskar-Pasewicz/dp/0313375569):
WATSON, DONALD (1910–2005)
Nacido el 2 de septiembre de 1910, en Mexborough, South Yorkshire, Inglaterra, Donald Watson acuñó el término "vegano/a” para describir a las personas que se abstienen del consumo y el uso de productos de origen animal, y fundó la Vegan Society para promover esta idea. Watson pasó gran parte de su vida como ebanista o enseñando carpintería. Su padre era director de una escuela cercana. Su tío y su abuela llevaban la granja familiar y, a temprana edad, Watson, que había pensado en la granja como un lugar idílico, fue testigo de la matanza de un cerdo. Esto lo llevó a reconsiderar la relación humano-no humano, que continuó hasta la adolescencia de Watson.
En 1924, a los 14 años, Watson se convirtió en vegetariano. Veinte años más tarde, en 1944, fundó la Vegan Society, aunque ya había estado practicando una dieta y estilo de vida veganos durante algunos años antes. "Vegano" viene del principio y el final letras de la palabra "vegetariano". Watson pensó que el veganismo era la conclusión lógica de rechazar los productos animales por razones de moralidad y la salud. Sostuvo que los productos lácteos, como la leche y el queso, y los huevos, eran tan crueles y explotadores de la vida animal sintiente como lo era la matanza de animales por su carne: "La indiscutible crueldad asociada a la producción de productos lácteos ha dejado claro que lacto-vegetarianismo no es más que una casa a medio camino entre comer carne y una dieta civilizada verdaderamente humana, y creemos, por lo tanto, que durante nuestra vida en la tierra debemos tratar de evolucionar lo suficiente como para hacer que el "viaje completo." También evitó el uso de cuero, lana o seda, y al hacer su jardinería utilizó un tenedor, en lugar de una pala, para evitar la muerte de los gusanos.
Watson se opuso a la caza, la pesca, los deportes sangrientos, y al uso de animales en experimentos o para realizar pruebas. A pesar de que afirmó tener respeto por los que liberaban animales de los laboratorios o participaban en otras formas de acción directa, expresó su preocupación de que tales actividades fueran contraproducentes. Fue un defensor de la agricultura orgánica y crítico de la modificación genética de plantas y animales.
Watson pregonó y ejemplificó los beneficios de una dieta vegana, pero vio con claridad al veganismo principalmente como un principio moral. Consideraba el movimiento vegano como "el mayor movimiento que se ha dado", ya que proporciona una solución a la crisis de la codicia y la violencia que afectó y afligió a la humanidad y que amenazó con el desastre ecológico. A pesar de que no era religioso en el sentido tradicional, había sostenido profundamente creencias espirituales que incluían la idea de que ser carnívoro violaba la ley natural y que la violencia contra los animales no humanos era una violación de las leyes espirituales que trajeron infelicidad psicológica y mala salud. Watson sostuvo que la compasión era la única parte útil de la religión y que el veganismo implicaba practicar compasión.
Watson estaba comprometido con la no violencia en general. Fue de los que se habían opuesto a la Segunda Guerra Mundial. Vivió una vida activa y saludable hasta su muerte en 2005, a los 95 años. Watson predijo, como lo hizo el dramaturgo George Bernard Shaw sobre su propio funeral, que sería la participación de "todos los espíritus de todos los animales" que Watson nunca había comido.
Gary L. Francione.
Espero que mi profundo respeto por Watson y su visión progresista, sea evidente incluso en esta breve entrada.
Escribí esta entrada acerca de Watson en el 2010. En 2011, fui de hecho expulsado del Foro de la Vegan Society porque estaba promoviendo el veganismo después de haber comenzado un debate que pueden leeraquí (http://www.abolitionistapproach.com/media/pdf/why-are-non-vegan-restaurants-advertised-in-the-vegan.pdf).
Y ahora, The Vegan Society decidió “rebautizarse” (http://www.thirdsector.co.uk/fundamental-rebrand-increased-support-says-ruth-semple-vegan-society/communications/article/1299756) a sí misma a través de una campaña ─You Don’t Have to Be Vegan (http://www.vegansociety.com/whats-new/campaigns/love-vegan) (No tiene que ser vegano)─ con un costo de £ 6000. The Vegan Society abandonó explícita y deliberadamente el veganismo como una base moral a favor de una más flexible versión del veganismo descripta como "consumismo vegano" por The Vegan Society:
http://www.anima.org.ar/images/liberacion/enfoques/ScreenHunter_209-Jul.-04-08.14.jpg
Un artículo acerca de Ruth Semple, Head of Communications, Public Policy, and Research para The Vegan Society (http://www.thirdsector.co.uk/fundamental-rebrand-increased-support-says-ruth-semple-vegan-society/communications/article/1299756) tiene esto para decir:
Semple, quien se unió a la beneficencia en octubre de 2012, sabía que tenía un serio problema para resolver. No solo era la visibilidad del bajo nivel de beneficencia –entre el público así como entre los periodistas─, sino que la marca y la identidad ya no reflejaba sus objetivos. En lugar de existir solo para proveer información para ayudar a las personas a convertirse en veganas, la sociedad ahora quiere comprometerse con los legisladores en un nivel superior en una amplia variedad de temas, como el desarrollo internacional y el cambio climático.
Así que Semple se embarcó en el más grande proyecto conocido de beneficencia de cambio de marca, que costó £ 6.000. "Al principio, algunos miembros del personal se resistieron, porque no veían la necesidad de hacerlo", dice ella. "Me preguntaron por qué estábamos gastando tanto dinero en trabajo de diseño, cuando deberíamos estar haciendo otras cosas."
Sin embargo, ella siguió adelante con el proyecto, bosquejado a partir de la investigación académica preexistente que examina la representación de los veganos en los medios – típicamente, dice Semple, eran vistos como ascetas o maniáticos– y del análisis de la base de datos de miembros del 2013, el cual encontró que la edad promedio de los miembros era de56.
"Nos dimos cuenta de que necesitábamos para atraer a la próxima generación y averiguar lo que querían", dice Semple.
¿Y qué es esa "investigación académica preexistente" a la que se refiere Semple?
Es un estudio: M. Cole y K. Morgan, Vegaphobia: discursos despectivos del veganismo y la reproducción del especismo en los periódicos nacionales del Reino Unido, British Journal of Sociology 2011 Volumen 62 Número 1.
¿Y qué es lo que dice ese estudio?
Dice que los periódicos de Gran Bretaña representan a los veganos y al veganimso de maneras despectivas ─como "ascetas, maniáticos, sentimentales o, en algunos casos, extremistas hostiles"─ para perpetuar el especismo y desconectar las discusiones del veganismo de las cuestiones morales y éticas presentadas por la explotación animal.
¿Y eso es alguna sorpresa? ¿Alguna sorpresa en absoluto?
Los periódicos pertenecen a corporaciones que tienen intereses económicos creados en perpetuar todo tipo de injusticias, incluyendo, pero no limitado a, la explotación animal, y en mantener la discusión centrada en el nivel más superficial, de modo que evitemos la discusión de los problemas reales de moral e injusticia.
Curiosamente, los autores concluyen que los esfuerzos de los medios para desacreditar el veganismo bien pueden reflejar la
opinión de que la violencia humana hacia los animales no humanos es profundamente problemática para la mayoría de los humanos. Si así no fuera, habría muy poco propósito para el discurso veganofóbico como se manifestó en nuestros estudios (pag. 150)
Es decir, los medios de comunicación corporativos retratan a los veganos y al veganismo negativamente precisamente para desviar la atención de las creencias morales que la mayoría de la gente tiene. Es decir, que todos pensamos que lo que Michael Vick (http://www.abolitionistapproach.com/what-michael-vick-taught-us/#.U7QIb0D_naE) o Mary Bale (http://www.abolitionistapproach.com/mary-bale-michael-vick-and-moral-schizophrenia/#.U7QI9UD_naE) hicieron estuvo mal, pero los medios desalientan que hagamos conexiones más profundas entre lo que ellos hicieron y lo que nosotros hacemos en nuestra vida cotidiana.
Los autores concluyen:
Por lo tanto, el esfuerzo de reafirmar continuamente la conexión entre el veganismo y la liberación animal no humana sigue siendo valioso, y la tentación de promover el veganismo bajo la apariencia de no confrontación de la elección de un estilo de vida saludable, puede ser imprudente. Esto no significa argumentar que la educación respecto de los aspectos prácticos de vivir una vida sin violencia no es importante, pero es presa de la coopción (página 150).
¿No se cayeron de la silla todavía?
The Vegan Society se basa en la investigación académica para su campaña "You Don’t Have to Go Vegan", donde la investigación apoya la conclusión opuesta. Esa investigación indica que los medios de comunicación están tratando de desacreditar al veganismo, precisamente porque la gente se preocupa moralmente sobre los animales, y que apoyaría la idea de que debemos seguir enfatizando en el aspecto moral y hablar sobre los aspectos prácticos de la vida sin violencia. The Vegan Society está utilizando esta investigación para justificar el abandono de la argumentación moral yabandonar cualquier conversación acerca de los aspectos prácticos de la vida no violenta a favor del mensaje del veganismo flexible y el "consumismo vegan."
La “coopción” ya ocurrió.
Un momento de silencio por Donald Watson, fundador de The Vegan Society
http://www.anima.org.ar/images/liberacion/enfoque.gif
Centro de estudios
para la teoría y práctica
de los Derechos Animales
© Gary Francione
© Traducción: Ana María Aboglio © 2014 Ediciones Ánima
Texto perteneciente al Blog (http://www.abolitionistapproach.com/)personal de Gary Francione. 1º de julio de 2014
Donald Watson fue uno de los fundadores de The Vegan Society en 1944. Aquí está mi publicación acerca de Watson, en la Cultural Encyclopedia of Vegetarianism (http://www.amazon.com/Cultural-Encyclopedia-Vegetarianism-Margaret-Puskar-Pasewicz/dp/0313375569):
WATSON, DONALD (1910–2005)
Nacido el 2 de septiembre de 1910, en Mexborough, South Yorkshire, Inglaterra, Donald Watson acuñó el término "vegano/a” para describir a las personas que se abstienen del consumo y el uso de productos de origen animal, y fundó la Vegan Society para promover esta idea. Watson pasó gran parte de su vida como ebanista o enseñando carpintería. Su padre era director de una escuela cercana. Su tío y su abuela llevaban la granja familiar y, a temprana edad, Watson, que había pensado en la granja como un lugar idílico, fue testigo de la matanza de un cerdo. Esto lo llevó a reconsiderar la relación humano-no humano, que continuó hasta la adolescencia de Watson.
En 1924, a los 14 años, Watson se convirtió en vegetariano. Veinte años más tarde, en 1944, fundó la Vegan Society, aunque ya había estado practicando una dieta y estilo de vida veganos durante algunos años antes. "Vegano" viene del principio y el final letras de la palabra "vegetariano". Watson pensó que el veganismo era la conclusión lógica de rechazar los productos animales por razones de moralidad y la salud. Sostuvo que los productos lácteos, como la leche y el queso, y los huevos, eran tan crueles y explotadores de la vida animal sintiente como lo era la matanza de animales por su carne: "La indiscutible crueldad asociada a la producción de productos lácteos ha dejado claro que lacto-vegetarianismo no es más que una casa a medio camino entre comer carne y una dieta civilizada verdaderamente humana, y creemos, por lo tanto, que durante nuestra vida en la tierra debemos tratar de evolucionar lo suficiente como para hacer que el "viaje completo." También evitó el uso de cuero, lana o seda, y al hacer su jardinería utilizó un tenedor, en lugar de una pala, para evitar la muerte de los gusanos.
Watson se opuso a la caza, la pesca, los deportes sangrientos, y al uso de animales en experimentos o para realizar pruebas. A pesar de que afirmó tener respeto por los que liberaban animales de los laboratorios o participaban en otras formas de acción directa, expresó su preocupación de que tales actividades fueran contraproducentes. Fue un defensor de la agricultura orgánica y crítico de la modificación genética de plantas y animales.
Watson pregonó y ejemplificó los beneficios de una dieta vegana, pero vio con claridad al veganismo principalmente como un principio moral. Consideraba el movimiento vegano como "el mayor movimiento que se ha dado", ya que proporciona una solución a la crisis de la codicia y la violencia que afectó y afligió a la humanidad y que amenazó con el desastre ecológico. A pesar de que no era religioso en el sentido tradicional, había sostenido profundamente creencias espirituales que incluían la idea de que ser carnívoro violaba la ley natural y que la violencia contra los animales no humanos era una violación de las leyes espirituales que trajeron infelicidad psicológica y mala salud. Watson sostuvo que la compasión era la única parte útil de la religión y que el veganismo implicaba practicar compasión.
Watson estaba comprometido con la no violencia en general. Fue de los que se habían opuesto a la Segunda Guerra Mundial. Vivió una vida activa y saludable hasta su muerte en 2005, a los 95 años. Watson predijo, como lo hizo el dramaturgo George Bernard Shaw sobre su propio funeral, que sería la participación de "todos los espíritus de todos los animales" que Watson nunca había comido.
Gary L. Francione.
Espero que mi profundo respeto por Watson y su visión progresista, sea evidente incluso en esta breve entrada.
Escribí esta entrada acerca de Watson en el 2010. En 2011, fui de hecho expulsado del Foro de la Vegan Society porque estaba promoviendo el veganismo después de haber comenzado un debate que pueden leeraquí (http://www.abolitionistapproach.com/media/pdf/why-are-non-vegan-restaurants-advertised-in-the-vegan.pdf).
Y ahora, The Vegan Society decidió “rebautizarse” (http://www.thirdsector.co.uk/fundamental-rebrand-increased-support-says-ruth-semple-vegan-society/communications/article/1299756) a sí misma a través de una campaña ─You Don’t Have to Be Vegan (http://www.vegansociety.com/whats-new/campaigns/love-vegan) (No tiene que ser vegano)─ con un costo de £ 6000. The Vegan Society abandonó explícita y deliberadamente el veganismo como una base moral a favor de una más flexible versión del veganismo descripta como "consumismo vegano" por The Vegan Society:
http://www.anima.org.ar/images/liberacion/enfoques/ScreenHunter_209-Jul.-04-08.14.jpg
Un artículo acerca de Ruth Semple, Head of Communications, Public Policy, and Research para The Vegan Society (http://www.thirdsector.co.uk/fundamental-rebrand-increased-support-says-ruth-semple-vegan-society/communications/article/1299756) tiene esto para decir:
Semple, quien se unió a la beneficencia en octubre de 2012, sabía que tenía un serio problema para resolver. No solo era la visibilidad del bajo nivel de beneficencia –entre el público así como entre los periodistas─, sino que la marca y la identidad ya no reflejaba sus objetivos. En lugar de existir solo para proveer información para ayudar a las personas a convertirse en veganas, la sociedad ahora quiere comprometerse con los legisladores en un nivel superior en una amplia variedad de temas, como el desarrollo internacional y el cambio climático.
Así que Semple se embarcó en el más grande proyecto conocido de beneficencia de cambio de marca, que costó £ 6.000. "Al principio, algunos miembros del personal se resistieron, porque no veían la necesidad de hacerlo", dice ella. "Me preguntaron por qué estábamos gastando tanto dinero en trabajo de diseño, cuando deberíamos estar haciendo otras cosas."
Sin embargo, ella siguió adelante con el proyecto, bosquejado a partir de la investigación académica preexistente que examina la representación de los veganos en los medios – típicamente, dice Semple, eran vistos como ascetas o maniáticos– y del análisis de la base de datos de miembros del 2013, el cual encontró que la edad promedio de los miembros era de56.
"Nos dimos cuenta de que necesitábamos para atraer a la próxima generación y averiguar lo que querían", dice Semple.
¿Y qué es esa "investigación académica preexistente" a la que se refiere Semple?
Es un estudio: M. Cole y K. Morgan, Vegaphobia: discursos despectivos del veganismo y la reproducción del especismo en los periódicos nacionales del Reino Unido, British Journal of Sociology 2011 Volumen 62 Número 1.
¿Y qué es lo que dice ese estudio?
Dice que los periódicos de Gran Bretaña representan a los veganos y al veganimso de maneras despectivas ─como "ascetas, maniáticos, sentimentales o, en algunos casos, extremistas hostiles"─ para perpetuar el especismo y desconectar las discusiones del veganismo de las cuestiones morales y éticas presentadas por la explotación animal.
¿Y eso es alguna sorpresa? ¿Alguna sorpresa en absoluto?
Los periódicos pertenecen a corporaciones que tienen intereses económicos creados en perpetuar todo tipo de injusticias, incluyendo, pero no limitado a, la explotación animal, y en mantener la discusión centrada en el nivel más superficial, de modo que evitemos la discusión de los problemas reales de moral e injusticia.
Curiosamente, los autores concluyen que los esfuerzos de los medios para desacreditar el veganismo bien pueden reflejar la
opinión de que la violencia humana hacia los animales no humanos es profundamente problemática para la mayoría de los humanos. Si así no fuera, habría muy poco propósito para el discurso veganofóbico como se manifestó en nuestros estudios (pag. 150)
Es decir, los medios de comunicación corporativos retratan a los veganos y al veganismo negativamente precisamente para desviar la atención de las creencias morales que la mayoría de la gente tiene. Es decir, que todos pensamos que lo que Michael Vick (http://www.abolitionistapproach.com/what-michael-vick-taught-us/#.U7QIb0D_naE) o Mary Bale (http://www.abolitionistapproach.com/mary-bale-michael-vick-and-moral-schizophrenia/#.U7QI9UD_naE) hicieron estuvo mal, pero los medios desalientan que hagamos conexiones más profundas entre lo que ellos hicieron y lo que nosotros hacemos en nuestra vida cotidiana.
Los autores concluyen:
Por lo tanto, el esfuerzo de reafirmar continuamente la conexión entre el veganismo y la liberación animal no humana sigue siendo valioso, y la tentación de promover el veganismo bajo la apariencia de no confrontación de la elección de un estilo de vida saludable, puede ser imprudente. Esto no significa argumentar que la educación respecto de los aspectos prácticos de vivir una vida sin violencia no es importante, pero es presa de la coopción (página 150).
¿No se cayeron de la silla todavía?
The Vegan Society se basa en la investigación académica para su campaña "You Don’t Have to Go Vegan", donde la investigación apoya la conclusión opuesta. Esa investigación indica que los medios de comunicación están tratando de desacreditar al veganismo, precisamente porque la gente se preocupa moralmente sobre los animales, y que apoyaría la idea de que debemos seguir enfatizando en el aspecto moral y hablar sobre los aspectos prácticos de la vida sin violencia. The Vegan Society está utilizando esta investigación para justificar el abandono de la argumentación moral yabandonar cualquier conversación acerca de los aspectos prácticos de la vida no violenta a favor del mensaje del veganismo flexible y el "consumismo vegan."
La “coopción” ya ocurrió.