Sonyavlc
03-feb-2008, 19:34
Acabo de ver a este niño en el programa "España Directo", los pobres leones (cachorros de 8 meses) , que de fieros tenian poco, estaban asustados, uno de ellos tenia el extremo de la cola negro (quemado), dando latigazos el niño lo obligaba a pasar por un aro ardiendo.
El padre salía diciendo que él está tan tranquilo de ver a su hijo dentro de la jaula con los leones, y la madre decia que al verlo siente orgullo. :eek: :eek: :eek: ... El niño decia que lo que mas le gusta es el momento del aplauso, y en todo el video le han tratado de "valiente". Es que me quedo sin palabras.... esto no es explotacion? me refiero al niño, y a los animales, por supuesto! Por qué animan asi, y ven con tan buenos ojos que un niño trabaje y encima arriesgando su vida??? (( Y ya no digo nada de los pobres leones...))
Domador de leones con tan sólo 8 años
Le gusta montar en su bicicleta blanca y también la música rock, aficiones que parecen normales en un niño de ocho años pero, cuando se baja de ella, todo cambia para Jorge Elich.
Su andar cansino y a regañadientes se convierte nada más descender las escaleras de la caravana que es su hogar en el Circo París, en un andar alegre y grácil, y a medida que se acerca a un gran trailer va divisando la larga pelambrera de tres leones, sus fieles amigos, sus compañeros de juegos y, sobre todo, su gran pasión.
Jorge Elich no es un niño cualquiera, es posiblemente el domador más joven del mundo, ya que todos los días ensaya su número circense con tres leones a los que ha bautizado como Paris - el más grande y que, según el veterinario, alcanza los 100 kilos - Dumbo y Sabú.
El niño domador
'Lo llevo en la sangre'
No obstante, empezó en el mundo del circo cuando era muy pequeño, ya que, como él mismo dice, "lo llevo en la sangre". "Con cinco años empecé a criar a estos leones con los que actúo", dijo, para después aclarar que desde que tenía año y medio ya andaba entre las grandes jaulas donde están las fieras.
Ahora sus amigos pesan casi 100 kilos, aunque él asegura no tener miedo, y hace que los leones, los "reyes de la selva", le rindan pleitesía.
Jorge resume así su sueño: "encerrarme solo con diez leones, aunque eso lo haré cuando sea más mayor, cuando tenga 20 años o así", asegura ante la resignada mirada de su hermana Tatiana, que le ayuda en sus espectáculos, y le explica que en la jaula no cabrían tantas fieras.
Aunque los animales se han criado con él, eso no impide que de vez en cuando estos le den algún susto, y mientras el joven domador introduce su cabeza en la boca de Paris, el león demuestra que no ha perdido el instinto y de vez en cuando suelta algún cabezazo que no está en el guión.
Jorge no se muestra inquieto por esta situación, ya que sabe cuál es el límite de sus fieras. Él se encargó de enseñarles todos los números que realizan en el circo y lo hizo utilizando carne de pollo como cebo.
"Les pongo carne de pollo y así consigo que salten por aros encendidos y que saluden al público", relata el niño, que sueña con más leones pese a que en unos 12 meses sus amigos llegarán a pesar 185 kilos y a medir hasta 3 metros, incluyendo la cola.
El circo París es un circo humilde, así que Jorge Elich debe hacerlo todo. Él dispone el `atrezzo' de la jaula para su espectáculo y coloca a las fieras de tal manera que el número sea lo más atractivo posible para el público.
Después, este domador se enfrenta a tres leones a los que hace desfilar por una tabla pequeña a cambio del mejor premio que puede tener un artista de circo: el aplauso. Para Jorge entrar en una jaula es algo natural, sin embargo, una vez que el reportero pone el pie en este pequeño recinto metálico se da cuenta de que el peligro acecha. En unos minutos está rodeado de tres tigres y ve cómo sus miradas se quedan clavadas en su iris. No hay protección que valga cuando con tan sólo estirar la mano puedes tocar a un tigre de Bengala.
Al final de cada espectáculo el joven domador y su hermana reciben los aplausos y las felicitaciones del público, pero con la vista puesta en otro sitio, otra ciudad donde el espectáculo debe continuar.
El padre salía diciendo que él está tan tranquilo de ver a su hijo dentro de la jaula con los leones, y la madre decia que al verlo siente orgullo. :eek: :eek: :eek: ... El niño decia que lo que mas le gusta es el momento del aplauso, y en todo el video le han tratado de "valiente". Es que me quedo sin palabras.... esto no es explotacion? me refiero al niño, y a los animales, por supuesto! Por qué animan asi, y ven con tan buenos ojos que un niño trabaje y encima arriesgando su vida??? (( Y ya no digo nada de los pobres leones...))
Domador de leones con tan sólo 8 años
Le gusta montar en su bicicleta blanca y también la música rock, aficiones que parecen normales en un niño de ocho años pero, cuando se baja de ella, todo cambia para Jorge Elich.
Su andar cansino y a regañadientes se convierte nada más descender las escaleras de la caravana que es su hogar en el Circo París, en un andar alegre y grácil, y a medida que se acerca a un gran trailer va divisando la larga pelambrera de tres leones, sus fieles amigos, sus compañeros de juegos y, sobre todo, su gran pasión.
Jorge Elich no es un niño cualquiera, es posiblemente el domador más joven del mundo, ya que todos los días ensaya su número circense con tres leones a los que ha bautizado como Paris - el más grande y que, según el veterinario, alcanza los 100 kilos - Dumbo y Sabú.
El niño domador
'Lo llevo en la sangre'
No obstante, empezó en el mundo del circo cuando era muy pequeño, ya que, como él mismo dice, "lo llevo en la sangre". "Con cinco años empecé a criar a estos leones con los que actúo", dijo, para después aclarar que desde que tenía año y medio ya andaba entre las grandes jaulas donde están las fieras.
Ahora sus amigos pesan casi 100 kilos, aunque él asegura no tener miedo, y hace que los leones, los "reyes de la selva", le rindan pleitesía.
Jorge resume así su sueño: "encerrarme solo con diez leones, aunque eso lo haré cuando sea más mayor, cuando tenga 20 años o así", asegura ante la resignada mirada de su hermana Tatiana, que le ayuda en sus espectáculos, y le explica que en la jaula no cabrían tantas fieras.
Aunque los animales se han criado con él, eso no impide que de vez en cuando estos le den algún susto, y mientras el joven domador introduce su cabeza en la boca de Paris, el león demuestra que no ha perdido el instinto y de vez en cuando suelta algún cabezazo que no está en el guión.
Jorge no se muestra inquieto por esta situación, ya que sabe cuál es el límite de sus fieras. Él se encargó de enseñarles todos los números que realizan en el circo y lo hizo utilizando carne de pollo como cebo.
"Les pongo carne de pollo y así consigo que salten por aros encendidos y que saluden al público", relata el niño, que sueña con más leones pese a que en unos 12 meses sus amigos llegarán a pesar 185 kilos y a medir hasta 3 metros, incluyendo la cola.
El circo París es un circo humilde, así que Jorge Elich debe hacerlo todo. Él dispone el `atrezzo' de la jaula para su espectáculo y coloca a las fieras de tal manera que el número sea lo más atractivo posible para el público.
Después, este domador se enfrenta a tres leones a los que hace desfilar por una tabla pequeña a cambio del mejor premio que puede tener un artista de circo: el aplauso. Para Jorge entrar en una jaula es algo natural, sin embargo, una vez que el reportero pone el pie en este pequeño recinto metálico se da cuenta de que el peligro acecha. En unos minutos está rodeado de tres tigres y ve cómo sus miradas se quedan clavadas en su iris. No hay protección que valga cuando con tan sólo estirar la mano puedes tocar a un tigre de Bengala.
Al final de cada espectáculo el joven domador y su hermana reciben los aplausos y las felicitaciones del público, pero con la vista puesta en otro sitio, otra ciudad donde el espectáculo debe continuar.